DEPORTES
GAVILAN
Ayer murió, de un ataque cardíaco, en Miami, un cubano de 77 años: Gerardo González. No dice mucho la noticia. Murió Kid Gavilán sí, lo dice todo. Una verdadera gloria del boxeo, un pugilista excepcional. Muy recordado en la Argentina, además, por donde pasó en el apogeo de su carrera, en los años cincuenta. Kid Gavilán fue recordado ayer y con justicia como uno de los más grandes boxeadores del peso welter de todos los tiempos. “Los aficionados actuales sólo escucharon hablar de Kid Gavilán y no saben lo que se perdieron”, dijo Hank Kaplan, quien fue un estrecho colaborador del cubano. El púgil era un héroe en su país. En 1968 decidió radicarse en Miami. En los últimos años se debatía en la pobreza extrema. Hace cuatro días fue internado en el Hospital de Miami. Su primer contacto con el boxeo lo tuvo a los diez años, y su palmarés consta de 107 victorias, 30 derrotas y seis empates. Se convirtió en profesional a los 17 años, ya con 60 triunfos como aficionado. Kid Gavilán fue un púgil de pegada relampagueante con ambas manos, una defensa exquisita e inventó el “bolo punch”, un golpe revoleado, de abajo hacia arriba, rumbo a la barbilla del rival. Junto con Sugar Ray Robinson y Jack Dempsey, Gavilán fue el primero en acceder al Salón de la Fama del Boxeo cuando se creó esa institución en 1990. Obtuvo el título mundial de los welters en 1951 y lo mantuvo hasta 1954, cuando perdió ante Johnny Saxon, en una decisión polémica. A partir de allí, se enfrentó a los grandes de su época, entre ellos Sugar Ray Robinson e Ike Williams. Sólo no pudo con la decadencia. Pero la gloria siempre está.