Luego del triunfo de la semana pasada ante Vélez, Lanús necesitaba una actuación como la de ayer para terminar de convencerse de que pelear el Clausura es una posibilidad concreta. Con una labor muy convincente, con desempeños individuales de alto nivel y con un rendimiento superlativo de Silvio Romero, autor de los tres goles, el conjunto de Gabriel Schurrer superó 3-0 a Tigre y se colocó a un punto de los líderes, Vélez y Godoy Cruz. Para el conjunto de Victoria, la caída significa un retroceso importante, ya que Olimpo lo superó en los promedios, hoy lo pueden pasar Arsenal y River y puede terminar la jornada en zona de promoción.

A lo largo del certamen, Lanús había mostrado una cara jugando como local y otra muy distinta como visitante. Por eso, tras su notable demostración ante Vélez, su cuenta pendiente para recibirse de candidato era repetir fuera de su casa. Es cierto que había ganado en su última excursión a Santa Fe por primera vez en el certamen, pero ayer tenía la presión extra de ratificar lo mostrado ante Vélez y colocarse a un pasito de la punta. Para Tigre, el resultado significó un retroceso en su lucha por evitar la promoción, ya River y Arsenal hoy lo pueden superar.

Ante esas circunstancias, la tarea de Lanús recobra más valor. Ante un rival peligroso como Tigre, que viene cumpliendo un campeonato aceptable, el conjunto granate superó el examen con solvencia y buen juego. A partir de un mediocampo con dinámica, fútbol y variantes, Lanús comenzó a acumular méritos para justificar su victoria. Y con una fórmula repetida, con distintos intérpretes, llegó fácil a posición de gol, donde Romero mostró todo su oportunismo y contundencia.

En el primer tiempo, el pase-gol surgió desde los pies de Pizarro. Con clase, el volante tocó en cortada para Romero, que hizo la diagonal de derecha al centro y definió ante el achique de Islas. Luego, la asistencia apareció gracias a Valeri, que abrió bien del centro a la derecha para que el delantero cordobés se acomodara y venciera al arquero con un remate cruzado. Y por último, Camoranesi buscó también por abajo al goleador, que resolvió con un remate al primer palo. Así de simple, así de eficaz, así de contundente. La victoria de Lanús nunca corrió peligro, salvo por un tiro libre de Morales que terminó pegando en el travesaño, cuando el juego estaba 1-0. Luego, Tigre inquietó poquito.

Por eso, sin sobresaltos, Lanús llegó a un cómodo triunfo, que le permite ilusionarse con pelear hasta el final. Mostró que tiene fútbol, gol y variantes ofensivas, ahora también como visitante. Con esos argumentos, ya se recibió de candidato.