Estudiantes dejó a Huracán en estado desesperante. Con un gol del debutante Matías Sarulyte estiró a tres goles la ventaja sobre el vapuleado equipo de Parque de los Patricios en la reanudación del partido suspendido el pasado 21 de mayo, cuando el club de La Plata ganaba 2-0 en cancha de Huracán con tantos de Pereyra y López. El encuentro se completó ayer en el estadio de Argentinos, sin público, y significó la séptima derrota consecutiva del Globito, ahora último en la tabla de posiciones del Clausura y hundido en zona de descenso directo.

Con una curiosidad: cinco de las últimas seis, ante Boca, San Lorenzo, Colón, Lanús y ahora Estudiantes, terminaron con el mismo marcador 3-0. Olimpo le ganó 2-1 y All Boys, en el inicio de la racha negativa, lo superó 3-1. El último punto que sumó el conjunto de Roberto Pompei data de la novena fecha, disputada a comienzos de abril, hace casi dos meses, cuando empató sin goles con Racing.

En todo ese período, Huracán sólo anotó dos goles y recibió 20. Lo irónico del caso es que su goleador, Javier Cámpora, quien no marca desde la 13ª fecha, está a sólo dos tantos del máximo artillero del torneo, Denis Stracqualursi (Tigre), que tiene diez goles.

El que Huracán recibió ayer fue convertido de cabeza por Sarulyte a los cuatro minutos de juego, una tendencia que se ha repetido en los últimos encuentros, en los cuales Huracán recibió al menos un gol antes de cumplirse el cuarto de hora. No gana desde el 26 de marzo pasado, en la séptima fecha, cuando superó 2-0 a Gimnasia. Ahora sucede a la inversa: Gimnasia superó a Huracán en la tabla de los promedios y está en Zona de Promoción.

“Es un momento complicado. Las cosas no nos salen bien. Pero voy a cumplir mi contrato, ya que no soy de los técnicos que se van para no tener un descenso en el currículum”, señaló el técnico de Huracán, Roberto Pompei. “Acá la culpa no es de la gente. Los responsables somos el cuerpo técnico, los dirigentes y los jugadores. Tengo un contrato y lo voy a cumplir”, reiteró con convicción.

“No era fácil de remontar. Perdíamos 2-0. Pero el tercer gol a los 4 minutos nos mató –reconoció el entrenador–. El equipo hizo el esfuerzo, buscó, pero no nos sale nada bien. Tuvimos algunas chances pero no entraron”, se lamentó. “Tenemos que apostar a recuperar a cada jugador del plantel y a creer que se puede. Somos profesionales y tenemos corazón, nos quedan tres partidos todavía”, agregó. “Recién empiezo en esto de ser técnico y me quedo hasta el final para bien o para mal porque quiero al club”, sentenció. “La Quemita (donde se entrena Huracán) es de los socios y pueden ir y expresarse como quieran. Estoy dispuesto a hablar con ellos.”