River puso en marcha su operativo retorno a la Primera División. Con Matías Almeyda como nuevo entrenador, el elenco de Núñez comenzó ayer con las prácticas en el Monumental con miras a la temporada que afrontará en el Nacional B. Y el flamante técnico fue claro en su objetivo: “La idea es que River vuelva a jugar bien al fútbol, algo que últimamente no hizo, pero también deseo un equipo agresivo y físico”.

“Tengo mucha confianza en este plantel con el que deseamos devolver a esta institución nuevamente a la Primera División”, afirmó el ex capitán.

Más allá de los futbolistas con los que ya cuenta, Almeyda adelantó que, además de las incorporaciones que llegaron en la última semana –los delanteros Alejandro Domínguez y Fernando Cavenaghi, y el defensor Agustín Alayes–, se buscarán “dos refuerzos más”.

Es que Almeyda prioriza la necesidad de un plantel numeroso que le permita afrontar un campeonato al que River no está acostumbrado. “Será un torneo muy difícil, pero si jugás bien no importa en qué división estás, y hoy River tiene buenos jugadores para hacerlo. Hay que estar siempre concentrados y conscientes de lo que vamos a afrontar”, señaló quien tendrá su primera experiencia al mando de un equipo.

Sobre este nuevo desafío como director técnico, Almeyda sostuvo que tomó la decisión de abandonar el fútbol el mismo día que se decretó el descenso de River y se mostró “muy convencido” de lo que puede transmitir para “poder cambiar la historia”, aunque lamentó su despedida de la actividad, ya que deseaba retirarse “con River en la A”.

Con ese panorama, ya comienza a pensar lo que será su planteo en el Nacional B. Y así explicó que la idea que quiere para este ciclo será que su plantel tenga “disciplina”, y confirmó que su dibujo táctico será un “4-4-2 con un estilo propio”, siempre ponderando la intención de contar con “buenos jugadores y con experiencia”. De esta manera se diferenció de lo estipulado por Juan José López, el técnico saliente, quien, por ejemplo, en el encuentro de ida de la Promoción que perdió con Belgrano, decidió apostar por mayoría de juveniles.

Por otro lado, una de las novedades fue la presencia del defensor Carlos Arano, que había finalizado su vínculo con la institución, pero por pedido del nuevo entrenador seguiría en el plantel. “Hablé con él porque me interesa que se quede, siempre que jugó dejó todo y cumplió un buen papel, además lo considero un futbolista muy positivo para el plantel”, precisó. Al mismo tiempo aclaró su intención de que Paulo Ferrari y Mariano Pavone sigan en el equipo, aunque calificó la situación como “difícil, porque tienen otras ofertas”.

El oriundo de Azul no esquivó hablar sobre el presidente del club, Daniel Passarella, con el que aseguró tener “una buena relación y siempre estaré agradecido”. En tanto que también quiso desligarse de las polémicas declaraciones que Ariel Ortega tuvo sobre él: “Lo llamé, para mí era importante tenerlo en mi cuerpo técnico, pero me dijo que quería seguir jugando”.