Sergio Pezzotta, el árbitro que dirigió el último partido de River antes de su descenso a la B Nacional, identificó ayer ante la Justicia a un grupo de barrabravas de River como las personas que lo amenazaron en el vestuario de árbitros del estadio Monumental y reveló que un empleado de seguridad del club le advirtió que lo iban a ir a apretar.

Pezzotta “identificó al grupo que aparece en la cinta (de video) como el mismo que accedió al vestuario” y le exigió que favoreciera a River en el segundo tiempo que estaba a punto de jugarse. Así lo aseguró ayer Guillermo Marconi, secretario general del gremio de árbitros (Sadra), quien estuvo presente en la declaración testimonial que prestó Pezzotta ante el fiscal de Saavedra José María Campagnoli, al frente de la investigación. Tras la exposición de Pezzotta, el fiscal también interrogó a los jueces de línea que secundaron a Pezzotta, Javier Uziga, Francisco Noguera y Mauro Vigliano, cuarto árbitro.

El ex árbitro destacó que los próximos pasos serán las citaciones que la fiscalía hará a los distintos involucrados. “Campagnoli ya hizo pedidos de detención sobre los que están involucrados. Ahora será (el juez de la causa, Rodolfo) Cresseri el que tenga que determinar” si acepta arrestar a los sospechosos, añadió. Campagnoli pidió detener al secretario del club, Daniel Bravo, aunque no aparece en el video; al vocal suplente Néstor Morelli; al virtual encargado de seguridad interna del club, Gabriel Riccio; y a Francisco “Jajo” Bierniakowicz, supuesto vínculo con los barrabravas. También reclamó la detención de los barras Martín Araujo (alias “Martín de Ramos”), Héctor “Caverna” Godoy y Gustavo “El Uruguayo” Larraín, y del policía federal Matías Ponce, quien fue separado de la fuerza por la ministra de Seguridad, Nilda Garré.