DEPORTES › MESSI ESTIRO A 16 PARTIDOS SU SEQUIA GOLEADORA CON LA SELECCION
El crack del Barcelona fue el mejor jugador argentino y hasta asistió a Higuaín en el tanto del empate, pero se quedó con las ganas de gritar un gol propio, más allá del que convirtió en la definición por penales.
› Por Ariel Greco
Desde Santa Fe
Desde aquel lejano 28 de marzo de 2009, en la vida de Lionel Messi sucedieron innumerables alegrías. Tres títulos de la Liga de España, dos festejos en la Champions League, un Mundial de Clubes y dos Balones de Oro de la FIFA como mejor del mundo son algunos de los hitos que se pueden enumerar desde ese día hasta hoy en su impresionante trayectoria. Pero lo curioso es que en ese sábado de otoño también se puede marcar un mojón en la carrera del crack rosarino. Aquel 4-0 ante Venezuela aparece en su estadística como el último partido oficial en el que Messi convirtió un gol con la camiseta albiceleste. Desde entonces, la racha negativa del mejor jugador del mundo ya suma 16 juegos sin conquistas con el encuentro disputado anoche en Santa Fe y ya no tendrá más posibilidades de quebrarla en la Copa América.
Aquel compromiso ante Venezuela en el Monumental de la undécima fecha de las Eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010 pasó a la historia por otro motivo que por el inicio de la serie negativa de Me-ssi en la Selección: fue el estreno oficial de Diego Maradona como entrenador del equipo. A los 25 minutos del primer tiempo, Zane-tti arrancó una corrida por izquierda, la jugada se alargó con Tevez y Messi definió con clase ante la salida del arquero para colocar el 1-0 parcial. Nadie se podía imaginar que en los siete encuentros siguientes de las Eliminatorias (1-6 con Bolivia, 1-0 con Colombia, 0-2 con Ecuador, 1-3 con Brasil, 0-1 con Paraguay, 2-1 con Perú y 1-0 con Uruguay) no iba a poder convertir ni un gol. Otra curiosidad –o no tanto– es que ese partido ante Venezuela fue el primero oficial tras la renuncia de Juan Román Riquelme, el jugador que mejor lo asistió desde que Messi llegó a la Selección. Hasta ese momento de las Eliminatorias, el crack del Barcelona llevaba tres goles, con dos asistencias del diez de Boca, en el 1-2 ante Colombia y en el 2-1 ante Uruguay. Y en total, Messi convirtió ocho goles en encuentros oficiales cuando formó sociedad con Riquelme, además de llegar a la final de la Copa América 2007 en Venezuela y de ganar la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Claro que no fue lo peor. La racha negra se extendió en el Mundial. Pese a contar con numerosas ocasiones, sobre todo en la fase inicial, Messi se fue de Sudáfrica sin poder convertir en los cinco partidos disputados (1-0 con Nigeria, 3-1 con Corea del Sur, 2-0 con Grecia, 3-1 con México y 0-4 con Alemania). Y la actual Copa América tampoco sirvió para neutralizar el maleficio. Los tres partidos de la fase previa pasaron con mucha irregularidad, con un discreto partido en el 1-1 ante Bolivia, uno de los más flojos en la Selección en el 0-0 con Colombia y un notable juego pero sin goles en el 3-0 ante Costa Rica. Anoche fue más de lo mismo. Con un notable primer tiempo se convirtió en el mejor del equipo y le dio la asistencia a Higuaín para el empate. Además, el público le entregó varios mimos con banderas y cantitos de aliento. Y hasta tuvo el triunfo en el suplementario, con un zurdazo cruzado que le tapó bien Muslera abajo y con una corajeada que terminó con un remate trabado con lo justo por el fondo uruguayo. Los quince segundos que se quedó tirado en el piso, boca abajo y lamentándose la chance, fueron el mejor reflejo de esta racha diabólica, como diría el Bambino Veira. Habrá que ver si el penal convertido en la definición sirve como amuleto para romper el maleficio, aunque recién podrá ser en octubre, cuando arranquen las Eliminatorias para Brasil 2014.
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