DEPORTES › LA PARTICULAR HISTORIA DE LA QUIEBRA DEL CLUB SAN MIGUEL
Al magistrado Sergio Prato lo respaldan los socios de la entidad de Los Polvorines a pesar de haber decretado la quiebra y de que está suspendido en su cargo. Lucha contra una corporación de funcionarios judiciales, políticos y un millonario negocio inmobiliario.
› Por Gustavo Veiga
El juez Sergio José Prato juega el partido más difícil de su trayectoria profesional con hinchada propia. Socios y simpatizantes del club San Miguel lo respaldan con banderas pese a que decretó su quiebra y a que está suspendido en su cargo desde el 23 de noviembre de 2010. En la otra tribuna, funcionarios de la corporación judicial de San Martín y políticos sin votos pero nostálgicos de las botas, consiguieron sacarlo por un tiempo de la cancha. Su Señoría, tozudo como buen piamontés, todavía no se dio por vencido. La situación jurídica de la asociación civil que participa en el campeonato de la Primera C, un negocio inmobiliario que generaría poco más de 70 millones de dólares a expensas de sus instalaciones, y el rocambolesco Santiago Cúneo, un político que se define a sí mismo como “facho” y que sobrevuela la institución, completan el paisaje de este Macondo futbolero, donde el realismo supera en magia a cualquier intento de transformarlo en ficción.
En noviembre de 2006, el club se sumó a la lista de bancarrotas liderada por Racing, Ferro, Comunicaciones, Deportivo Español y Talleres de Córdoba, entre otros. Un acreedor había pedido su quiebra por una deuda de 18 mil pesos. Prato, a cargo del Juzgado Civil y Comercial Nº 8 de San Martín, se la concedió, tramitó el expediente y el 30 de marzo de 2007 le aplicó la Ley de Rescate de Entidades Deportivas (25.284). Cúneo, el actual precandidato a intendente de San Miguel por la fuerza que lidera Francisco de Narváez, integrante civil del movimiento carapintada de Aldo Rico en los años ’80 y seguidor del represor condenado por delitos de lesa humanidad Luis Patti, en las elecciones del 2009, realizó una propuesta económica que el juez rechazó. “Yo quiero comprar la quiebra, decime dónde tengo que poner la plata”, recuerda que lo desafió. Prato, quien había firmado la Ley de Salvataje, lo invitó a depositar una donación ante escribano que nunca se materializó. Aquel ofrecimiento, en cambio, se transformó en una denuncia en su contra que llegó a la Secretaría Permanente de Enjuiciamiento de Magistrados el 14 de julio de 2008.
Al poco tiempo se sumaron otras dos: Marcelo Fabián Laruffa, integrante del órgano fiduciario del club querelló a Prato por injurias (aquél lo había desplazado de su cargo) en el Juzgado en lo Correccional Nº 2 de San Martín y en la causa caratulada “Club Atlético San Miguel sobre rescate de entidades deportivas”, la fiscal Diana Mayko, de la UFI 9, señaló que el juez mantenía una relación inadecuada con Gladys Barberisi y lo acusó de favorecerla en la concesión del bowling de la sede social. Las pruebas que se presentaron para apartarlo de la quiebra fueron escuchas telefónicas que el sancionado rechaza por tendenciosas. “Fueron editadas y tienen cortes”, señala, mientras relata que Gendarmería las está peritando en una causa penal que él promovió. Además explica que la mujer había hecho la mejor oferta entre cuatro y tenía a su cargo el negocio desde el 2006.
Prato fue desplazado en un santiamén, le redujeron el sueldo en un 40 por ciento y hace ocho meses y medio comenzó un largo peregrinar por estrados judiciales, organizaciones de derechos humanos y medios periodísticos para litigar o difundir su situación. “Cuando me sacaron el expediente tardaron una semana y media en hacerlo y sin embargo, durante los dos años y medio posteriores hubo un juez interino. La Cámara Civil se excusó por mí, algo inédito, inconstitucional y lo llamativo es que esta resolución la avaló el presidente del Colegio de Magistrados y Funcionarios bonaerenses, Carlos Ramón Lami.” Al sancionado lo sucedió Gladys Zaldúa, a cargo del Juzgado Nº 5 porque su colega Eduardo Machín se había excusado. Aunque el expediente acaba de volver al despacho de este último. Prato cuestiona a los dos. También a la fiscal Mayko a la que responsabiliza de “lucubrar un supuesto favoritismo que tuve hacia la señora que pretendía adquirir la concesión del bowling. Nunca entendió nada ya que sólo se dedicó a investigar para poder armarme una causa. Qué casualidad que la UFI 9 es la misma en la que Cúneo había denunciado a miembros de la comisión directiva anterior de San Miguel”.
Hoy el club intenta saldar su mayor deuda con la AFIP (asciende a dos millones de pesos) para después pagarles a los restantes acreedores. Su Señoría ha relatado sus tribulaciones ante el Serpaj, Poder Ciudadano y la Federación Argentina del Colegio de Abogados mientras espera por una audiencia para tratar su jury en el Senado bonaerense el 18 de este mes. Y el político que hace campaña para llegar a la intendencia pregona “meterles plomo a los delincuentes”, una consecuencia lógica de su libro Inseguridad pública, negocio privado, que presentó en el Círculo de Oficiales de las Fuerzas Armadas junto a Carlos Ruckauf y el falso ingeniero Juan Carlos Blumberg como en el programa de Chiche Gelblung. Por ahora, Cúneo parece haber postergado su proyecto inmobiliario, el San Miguel Arcángel, también conocido como Plan Fénix. Ese que consistía en levantar cuatro torres donde está la sede social de la calle D’Elía. Cuando Prato rechazó su propuesta económica en 2007, le empantanó la obra.
En el Facebook “Basta de corrupción en el Poder Judicial” se informa sobre cómo sigue todo este proceso. Lo abrió la esposa del juez, Daniela Monsalvo. Los simpatizantes del Trueno Verde, el club que tiene la cancha en Los Polvorines y que se lo conoce también con ese mote, dejan sus mensajes de adhesión o denuestos para el falangista criollo en esa página. A Prato le queda la gratificación de banderas verdiblancas donde los hinchas le dan fuerza o piden justicia por él, pero también sus dificultades económicas: alquila una casa que ya no puede pagar. A Cúneo, en plena campaña, le queda tiempo para mezclar sus propuestas preelectorales de mano dura con el entretenimiento. En San Miguel va a internas abiertas contra el radical Julio Franchino el próximo fin de semana y comparte cartelera con Carlos Perciavalle y Gladys Florimonti en la obra que él mismo produjo, Vote Maipo Kabaret. En el teatro de revistas el bufo hace el monólogo de política, dirigido por su correligionario y senador nacional por Corrientes Nito Artaza. Una parodia de él mismo, aquel carapintada que se levantó contra el gobierno de Raúl Alfonsín cuando era afiliado a la UCR y que se fotografía con su hijo Ricardo, el candidato a presidente del mismo partido.
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