Paciencia y contundencia fueron las virtudes que explotó Rafaela en su casa para superar sin problemas 3-1 a Olimpo y de esa manera alcanzar los nueve puntos que le permitieron ser líder del Apertura al menos hasta que hoy completen sus partidos Boca y Colón. Los tantos de Nicolás Castro, en el primer tiempo, Gandín de penal y Serrano en el complemento sellaron un resultado que evidenció el paso firme que lleva el conjunto santafesino en su renovada experiencia por la Primera División.

Luego de un comienzo intenso, en el que los dos elencos sostenían un vértigo constante, demostrado fundamentalmente en una mitad de cancha que era de simple tránsito, el local se asentó en el terreno y, desde el juego preciso de Castro para distribuir la pelota, fue torciendo a su favor el transcurso del encuentro. Los bahienses, que habían arrancado con buena predisposición, perdieron el rumbo a partir de sus errores.

Esas fallas se materializaron en los goles: a los 40 minutos, Castro remató un tiro libre que parecía fácil pero a Tombolini se le escurrió la pelota entre las piernas. Ya en el complemento, a los 68, Gandín puso el 2-0 desde el punto del penal. Poco después, el que capitalizó una mala salida de la defensa de Olimpo fue Serrano, que capturó el balón en la puerta del área y con un fuerte derechazo dejó sin respuestas al arquero.

Con la ventaja, el equipo que dirige Carlos Trullet se relajó y el paraguayo Bareiro decoró el resultado con un cabezazo en el último minuto. Pero la victoria de Rafaela ya estaba consumada, la tercera en el torneo, la primera en casa. Un panorama que invita a soñar a los santafesinos.