Boca se subió a la punta del Apertura tras el triunfo 1-0 en la Bombonera ante San Martín de San Juan y volvió a ser líder de un campeonato luego de dos años y nueve meses. El delantero Darío Cvitanich señaló que la victoria le permite al conjunto que conduce Julio Falcioni “consolidarse como equipo y ganar confianza para devolverle prestigio al club”.

–¿Cómo está el plantel al verse en lo más alto de la tabla de posiciones?

–Ser punteros nos da mucha alegría. Confirma el buen camino que venimos llevando, tratando de cosechar resultados positivos cada semana. Hay que valorar todos los triunfos porque realmente es un torneo muy parejo, con rivales muy duros, que salen por momentos a jugarte de igual a igual en cualquier cancha. Por eso, que volvamos a ser líderes es vital para recuperar el respeto que se le tenía a Boca y que después de los últimos campeonatos se había perdido.

–¿San Martín ejemplifica esa falta de respeto?

–Es un caso concreto. El rival, pese a ser recién ascendido, fue para delante, mostró buenos argumentos, y más allá de las limitaciones que pudiera llegar a mostrar, tuvo un papel destacado en la Bombonera. Por eso nos costó mucho alcanzar el gol que nos dio el triunfo. Por suerte, después de intentar por todos los medios tratar de desnivelar por los costados y arrinconar al adversario, se abrió el arco y sumamos de a tres. Este tipo de victorias hace un tiempo para Boca se hacían cuesta arriba.

–Hubo que esperar casi tres años para que Boca volviera a la cima del torneo.

–Es mucho tiempo, pero finalmente se logró. Ahora hay que tratar de mantener la solidez y crecer partido a partido en nuestro nivel. Que el rendimiento del equipo vaya de menor a mayor y podamos consolidarnos. La victoria frente a San Martín nos permitió eso, además de ganar confianza para que lentamente se le pueda devolver el prestigio al club. Somos conscientes de que falta mucho y hay varios equipos en condiciones de pelear hasta la última fecha por el título, pero nosotros, si pretendemos ser protagonistas, debemos mantener este ritmo y defender todas las semanas nuestro lugar de privilegio en lo más alto de la tabla de posiciones.

–¿Cuáles cree que son las claves para que el equipo se recupere de lo expuesto en las últimas temporadas?

–Creo que tiene una base defensiva sólida. El arquero (Agustín Orion) está pasando un buen momento, con mucha seguridad y mostrando que, cuando le llegan, responde. Eso es fundamental para un equipo grande. Además, este Boca cuenta con la presencia de (Rolando) Schiavi, que desde el fondo brinda experiencia y sus conocimientos sobre lo que es vestir esta camiseta. La consolidación del mediocampo hacia atrás genera confianza en todo el plantel para ir a ganar los partidos.

–¿Y sobre el presente de Juan Román Riquelme?

–Es una figura estelar que deja sobre su espalda mucha responsabilidad y libera de presiones a los demás. Está en plena levantada de su rendimiento, y eso permite hacernos dueños de la pelota. En torno de él se forma un fútbol más preciso y claro que modifica la manera de desenvolvernos al resto de sus compañeros.

–En lo personal, ¿cómo se siente sabiendo que aún no aportó la cuota goleadora que se espera de usted?

–Estoy muy tranquilo porque sé que, si me pongo a analizar lo que fue cada partido, la clave de mi ineficacia en el arco estuvo por el apuro y la ansiedad. Es muy difícil reemplazar a un tremendo goleador como (Martín) Palermo, pero no puedo pretender desde el inicio tener su contundencia. Su caso es único, y a mí me falta tiempo de trabajo y conocimiento con todo el equipo.

–Aun así, el domingo se fue ovacionado...

–Y es un orgullo enorme, pero hay que rescatar, principalmente, el juego colectivo que se construye. Boca intenta ser protagonista, adueñarse de la pelota y ser superior a los rivales. Más allá de quiénes conviertan, que ganemos a partir de un fútbol consistente es más importante.

Entrevistó: Matías Quercia.