DEPORTES › EL CAPITAN DE BOCA DEBUTO EN NOVIEMBRE DE 1996
“Cada día es importante para mí, desde que comencé a jugar a esto. Pasaron muchos años y sigo disfrutando como el primer día. Es difícil elegir un momento, debe ser alguno de vestuario o con mis compañeros, el fútbol me dio muchos grandes amigos.” Juan Román Riquelme cumplió 15 años en Primera y lo celebró acelerando su recuperación para intentar volver a jugar la semana que viene, ante Racing, por la 15ª fecha del Apertura.
“Ando mejor, pero es difícil porque tengo que estar caminando y el peso de mi cuerpo lo tengo en la planta del pie. Veremos cómo estoy la semana que viene, pero haré todo lo posible para volver contra Racing”, dijo Riquelme, afectado por una fascitis plantar en el pie izquierdo.
“He vivido un montón de cosas en este tiempo, yo soñaba con ponerme esta camiseta. La ilusión que tengo desde que volví a firmar contrato es darle un título más a la gente. Estamos bastante cerca”, dijo antes de hablar del fútbol. “Es el juego que elegí de chiquito, la pelota es el juguete más lindo de mi vida. Cada vez que entro a la cancha sigo disfrutando como cuando era chico. La gente me trata con cariño y es una suerte.”
A quince años de su debut en Primera, el 10 de noviembre de 1996, ante Unión en la Bombonera, Riquelme afirmó que todavía debe seguir superándose. “Yo creo que tengo que mejorar muchas cosas. El fútbol depende mucho del control, el pase, el saber elegir bien, y cuando en algún partido alguna de esas cosas no salen, me pongo mal.” A los 33 años, aseguró que “mientras sienta que soy importante para el equipo, sienta que en una cancha hago las cosas que tengo que hacer, esperemos seguir por mucho tiempo más. No sé hasta cuándo voy a jugar. Sí he apostado con mi hermano a ver si puedo llegar...(a los 40)”.
Confesó que le parece “raro como cuando escucho a mucha gente hablar de mí, a veces bien y a veces muy mal. Cuando hablan bien siento que hablan de otro, y cuando hablan mal también, je. No me pongo mal ni bien, hay cosas más importantes”, relativizó. “No soy un goleador. Soy una persona que disfruta más cuando da los pases y terminan en gol, y soy un agradecido a los delanteros que he tenido a mi lado.”
En cuanto a la práctica de Boca en Casa Amarilla, Nicolás Blandi, Diego Rivero y Facundo Roncaglia que hicieron trotes livianos a un costado de uno de los campos de juego y el resto del plantel realizó fútbol en espacio reducido.
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