El prosecretario de Estudiantes, Martín Ordoqui, afirmó que “están identificados” los hinchas de ese club que arrojaron las bombas de estruendo en el partido del lunes contra Banfield que terminó suspendiéndose. “Está todo grabado, nos dijeron que eso va a permitir identificar a las personas –señaló el dirigente–. Ratificamos nuestra posición de no tolerar los avances de los grupos violentos, no eran barras, era muchachitos muy jóvenes, pero violentos. Son cuatro o cinco que están identificados, interactuaban con el mismo fin, que era hacer explotar estas bombas.”

El presidente Enrique Lombardi reclamó a “todos los clubes” que sigan el camino de su institución de no dar plata ni amparo a las barrabravas. La presunción de los dirigentes es que un sector de la barra, conocido como Los Leales, reaccionó a la negativa de la directiva de suministrarles entradas, mandando segundas o terceras líneas a la cancha. La actual administración incluyó a 226 barrabravas en la nómina sujeta al derecho de admisión. “Somos responsables del club, no damos entradas de favor, no damos plata a la barra pero con eso no alcanza”, dijo Lombardi. “Todos los clubes debieran hacer eso.”

Ante la posibilidad de tener que jugar las próximas fechas sólo con socios como espectadores, Ordoqui afirmó que “todavía no está resuelto por la AFA. Creemos que va a primar la lógica, porque si hay objetividad, el Coprosede podrá ver que eran ajenos a la habitual tribuna de Estudiantes”, sostuvo. “Lo más probable es que el partido suspendido se complete el año próximo”, arriesgó.

Lombardi evaluó que Estudiantes no debería recibir sanción alguna porque “sería una injusticia porque estamos haciendo todo para terminar con la violencia” y que en ello coincidieron los funcionarios del Coprosede. Y agregó: “Escuchar fundamentos sociológicos relacionados con que la violencia está instalada en el fútbol, para mí es todo sanata para justificar lo que ocurre”, enfatizó el dirigente, que elogió la actitud de Juan Sebastián Verón y Gastón Fernández por su franca reprobación en la cancha a los hinchas que tiraron las bombas.