A su estilo, en silencio, el misionero Vicente Martín Rodríguez irá en procura del título superpluma de la Organización Mundial. Esta noche en el U. S. Bank Arena de Cincinnati, Ohio (Estados Unidos), y con transmisión de Space desde las 23, el boxeador argentino enfrentará al estadounidense Adrien Broner por la corona vacante de las 130 libras (58,967 kg).

Nacido hace 26 años en Misiones, radicado en La Salada y pupilo de Alberto Zacarías (el hijo del legendario Santos), para Rodríguez esta chance es un desquite: en 2009 ya había tenido una primera oportunidad de buscar el título del mundo ante el portorriqueño Román Martínez y la perdió porque la visa le llegó a Buenos Aires un día antes de la pelea. Hoy se le vuelve a presentar la ocasión. Y deberá exigirse a fondo para aprovecharla, porque peleará de visitante en la ciudad en la que nació y vive su oponente. De buena línea técnica, aunque sin mucho poder en los puños y con un record de 34 victorias (19 por fuera de combate), dos derrotas y un empate, Rodríguez llega a esta chance tras haber enhebrado una serie de nueve triunfos consecutivos, cuatro de ellos antes del límite, ante rivales de cabotaje.

No es ningún secreto que Broner aparece como el gran favorito al triunfo. Y no sólo por su condición de local. De 22 años, protegido de Oscar de la Hoya y su empresa Golden Boy Promotions y con un registro de 21 peleas ganadas (17 por la vía rápida), este año batió al mexicano Daniel Ponce de León (ex campeón supergallo OMB) y al primera serie estadounidense Jason Litzau, lo que marca que llega en las mejores condiciones posibles a su primera pelea titular. El misionero Rodríguez no le simplificará la tarea. Pero, a falta de una gran pegada que le permita resolver el pleito categóricamente, deberá acumular amplísimas ventajas para volver a la Argentina portando el cinturón de campeón del mundo.