Luego de tanto sufrimiento, San Lorenzo por fin se pudo regalar una alegría. Con un gol de Nahuel Benítez en el arranque del segundo tiempo y una tapada inolvidable de Nereo Champagne en el final, el equipo de Madelón venció 1-0 a Argentinos y, si bien sigue en zona de promoción, pudo superar a Unión en los promedios.

La primera parte marcó los temores con los que salieron los dos equipos a disputar el partido. Argentinos, sin su entrenador Néstor Gorosito (ver aparte), entró en los problemas de su adversario y no supo jugar con tranquilidad. Y San Lorenzo se plantó con la premisa básica de no perder, con un esquema muy cauteloso y a la espera de un contragolpe salvador en los pies de Bueno. Con ese panorama, no es difícil darse cuenta del desarrollo que tuvo esa primera mitad, con apenas una llegada de peligro por bando y con la pelota yendo mucho más por el aire que por el piso.

Estaba claro que lo único que podía modificar ese trámite era un gol. Y el milagro se produjo en el arranque de la segunda parte, cuando San Lorenzo encontró la ventaja. Méndez metió un gran pase para Bueno, que no pudo definir en el mano a mano ante Fernández, pero el rebote le quedó servido a Benítez para que definiera con el arco vacío.

A partir de allí, el juego ganó en emoción porque Argentinos se adelantó en el terreno y dejó muchos espacios en el fondo, que San Lorenzo nunca terminó de aprovechar, más allá de que Bueno tuvo dos ocasiones que desperdició y Gigliotti dilapidó otra en el final. Y con los temores por perder lo que tenía a mano, el equipo de Madelón se retrasó demasiado, con lo que quedó expuesto a los pelotazos que intentó Argentinos. Pero allí apareció Champagne para reivindicarse del error del fin de semana pasado y taparle el empate a Morales, que remató desde el borde del área chica.