Con el caso de Carlos Cordone, la cifra de futbolistas del medio local a los que les dio positivo el antidoping se eleva a 35. Precisamente, hoy se cumplen 28 años del primer caso detectado, en 1975, cuando a Juan Taverna, delantero de Banfield, se lo suspendió por un año. El último caso databa del año pasado, cuando el volante Jorge Blanco, de Laferrère, fue suspendido por tres meses. En Primera, el último caso fue el de Walter Cáceres, arquero de Chicago, al que suspendieron por tres meses en noviembre del 2001.
El positivo por efedrina, el más común en los ‘70 y ‘80, mandó a la tribuna a jugadores como Francisco Sa (Boca, 1980), Abelardo Carabelli (Talleres, 1982), Hugo Gottardi (Estudiantes, 1982), Miguel Angel Juárez (Talleres, 1984). Otro sonado caso de doping en el ámbito local fue el de Ramón Centurión, delantero de River al que se le encontró metanfetamina en 1986. El santafesino fue suspendido por un año.
La cocaína, en cambio, comenzó a aparecer en los controles en 1995, cuando se detectaron metabolitos de esa droga en la orina de Marcelo Cortés, jugador de Juventud Antoniana de Salta. El futbolista fue suspendido por tres meses. Luego siguieron ese camino Alberto Martín Vargas (Español, 1996, seis meses de suspensión), Christian Nieva (Chacarita, 1996, seis meses), Hernán Medina (Belgrano, 1996, seis meses) y Albeiro Usuriaga (Independiente, 1997, dos años). El 28 de agosto de 1997, el antidoping realizado a Diego Maradona tras el partido Boca-Argentinos arrojó positivo de cocaína. Pero el jugador apeló ante la Justicia penal y siguió jugando hasta que se retiró del fútbol, a fines de ese año.