La directiva de Banfield salió ayer a repudiar a un grupo de “violentos” a los que acusó de “tomar” la sede del club “durante tres horas” y de “agredir” al vicepresidente primero y a una periodista. Los incidentes se produjeron tres días antes de jugarse el clásico ante Lanús, y en un momento en que el plantel corre riesgo de caer en zona de Promoción. El club, en un parte oficial, calificó que lo ocurrido “constituye el primer intento de golpe de estado de la historia de la institución”.