La jornada de octavos de final del Masters 1000 de Roma significó la despedida para Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco, aunque las sensaciones para ambos tandilenses fueron diferentes. Para el número 9 del mundo, su caída ante el francés Jo-Wilfried Tsonga lo dejó con una preocupación por una molestia que no le permitió rendir en el máximo nivel. Por el contrario, Mónaco se fue con la satisfacción de haber puesto en aprietos al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, y de haber cumplido un muy buen torneo en su regreso al circuito tras una lesión en el tobillo.

Apenas una hora y 24 minutos duró la resistencia de Del Potro antes de caer 6-4, 6-1 ante Tsonga. El argentino arrancó en buen nivel e incluso tuvo un quiebre de servicio para colocarse 3-2. Sin embargo, el francés recuperó rápido la desventaja y, con otro quiebre, terminó llevándose el primer set ante un Del Potro que ya se mostraba fastidioso y molesto. En el segundo parcial, la tendencia se fue acentuando. Tsonga logró romper de nuevo el saque de Del Potro en el arranque para tomar la primera ventaja, al tiempo que el argentino se sentía cada vez más incómodo. Incluso, pidió la presencia del médico, que lo atendió de la molestia que arrastraba en la rodilla.

Con ese panorama, el resto del encuentro fue un trámite para el francés, que se quedó con el pasaje a los cuartos de final y logró achicar el historial entre ambos a 5-2. Para Del Potro fue un retroceso en su lucha por el octavo lugar en el ranking mundial frente al serbio Janko Tipsarevic, ya que no le pudo descontar muchos puntos, pensando en la preclasificación para Roland Garros.

Con distinto sabor fue la derrota de Mónaco ante Djokovic, más allá de la victoria 4-6, 6-2, 6-3 del número uno del mundo. El tandilense jugó un primer set de notable nivel, en el que sacó de foco al serbio, que incluso llegó a romper una raqueta por la frustración. “Tuve un primer set buenísimo y tácticamente lo jugué muy bien y bastante agresivo. Dominé muchísimo la cancha y creo que por eso Djokovic estaba un poco enojado. Me voy contento tras haber visto a Nole enfadado y sacado de quicio por mérito mío”, remarcó Mónaco, que sintió que estuvo a la altura del compromiso. “Me voy sabiendo que estuve más cerca de ganarle que en las otras veces en las que jugué con él”, indicó el tandilense.

Ya en el segundo parcial, Djokovic recuperó su prestancia habitual, por lo que emparejó el marcador para llegar a un tercer y decisivo set, donde Mónaco apenas tuvo algunas ocasiones para revertir lo que terminó siendo el sexto triunfo del serbio sobre el argentino en seis encuentros.