Tras el golpe sufrido el lunes, Peñarol volvió a imponer sus condiciones y, con Facundo Campazzo y Selem Safar como figuras, venció 78-75 a Obras, en el estadio Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, para adelantarse 3-1 en la serie final de la Liga Nacional de Básquetbol. De esta manera, el conjunto de Sergio Hernández tendrá la chance de coronarse tricampeón por primera vez en la historia el próximo lunes, cuando la serie continúe en Núñez.

El electrizante final del lunes le trajo una tensión extra al encuentro de ayer. Ambos eran conscientes de la importancia del juego y se notó desde el arranque, con un nerviosismo mayor al habitual. Del lado de Peñarol se tradujo en rápidas faltas, que dejaron a Lamonte con tres infracciones y a Leo Gutiérrez con dos cuando recién promediaba el primer cuarto. En el visitante, el mayor déficit pasaba por las pérdidas, que terminaron siendo 14 en el primer tiempo, que no le permitían atacar con fluidez. Y si bien Obras, con una defensa zonal que confundía, tenía el control estratégico del desarrollo y llegó a disfrutar de una ventaja de cuatro (15-11) gracias al inesperado aporte del estadounidense Fells, Peñarol encontró un par de aciertos lejanos para reducir la diferencia y terminar el primer parcial arriba con un triplazo de Facundo Campazzo, con un segundo por jugar y desde atrás de la mitad de la cancha.

El primer quiebre del partido se dio en el comienzo del segundo cuarto.

Obras pasó tres minutos sin convertir y Peñarol lo castigó con los triples de Safar y el pibe Giorgetti para tomar una luz de diez puntos, que pudo aguantar hasta el descanso largo, pese a que Obras mejoró con los ingresos de Ale Konsztadt y Alexis Elsener por Osimani –héroe del tercer juego– y Washam. Para ello, fue muy importante el 5-9 en triples que lanzó Peñarol, con Giorgetti, con 11 puntos, como inesperado goleador.

Claro que Obras siguió con su libreto y esperó el momento que Peñarol fallara los triples para volver al juego. Y eso ocurrió en el comienzo del tercer parcial. El conjunto local abusó de los tiros externos sin puntería y el conjunto de Lamas revivió con la mejoría de Osimani. Por eso, apostando al error ajeno en defensa y con una ofensiva más fluida, Obras pasó a ganar 68-62 faltando cinco minutos. Pero con el corazón de Campazzo (20 tantos) y los puntos de Safar (23), Peña dio vuelta la historia y se quedó con un punto vital, con la chance de definir el lunes.