La irregularidad marca el rumbo de las Eliminatorias sudamericanas. Uruguay le ganó 4-2 a Bolivia y 4 a 0 a Chile, pero no pudo con Venezuela en el Centenario. Está segundo y puede quedar como único puntero si en la próxima fecha le gana a Perú, ya que Argentina tendrá fecha libre.

Chile cayó por goleada con Argentina y con Uruguay y sin embargo era el líder del torneo antes del inicio del encuentro de Argentina con Ecuador, porque había sumado 9 puntos con sus victorias ante Perú, Paraguay y la resonante de ayer, ante Bolivia en La Paz.

Venezuela, que no suele entrar en ninguna lista de candidatos, le ganó a Argentina como local, empató con Uruguay en el Centenario y con Colombia de visitante, y aunque perdió con Ecuador está ahí, en el lote puntero.

Bolivia, que alguna vez le metió media docena a Argentina en La Paz y que se supone es casi invencible como local, perdió en esa condición ante Colombia y ante Chile. Curiosamente su mejor performance hasta ahora se dio en su encuentro contra Argentina en el Monumental en el que estuvo en ventaja hasta casi el epílogo del partido.

Ecuador superó a Venezuela, perdió con Paraguay, le ganó a Perú y cayó ante Argentina. Una de cal, una de arena.

Colombia venció a Bolivia, empató con Venezuela y cayó ante Argentina. ¿Podrá hoy con Perú?

Paraguay perdió con Perú, empató con el cuco Uruguay, venció a Ecuador y cayó ante Chile.

Perú, que hoy juega con Colombia, empezó bien ganándole a Paraguay, pero después perdió con Chile y con Ecuador. En algún momento dará un batacazo. Dejamos deliberadamente para el final al líder del torneo clasificatorio, Argentina. Cinco jugados. Tres ganados, uno empatado, uno perdido. Goleada a Chile, jugando de regular para abajo; derrota contra Venezuela, jugando muy mal; empate ante Bolivia de local, en otra actuación decepcionante; triunfo contra Colombia por la levantada del segundo tiempo después de un fallido desempeño en la primera etapa, y goleada contra Ecuador redondeada en un primer tiempo excelente, seguramente el mejor en todo el certamen.

Como la irregularidad es la constante general, con el 3-0 en el bolsillo, el equipo bajó su rendimiento en la segunda etapa y los ecuatorianos tuvieron chances de marcar un par de goles por la facilidad con la que entraban por el flanco izquierdo de su ataque, ante las ventajas que daba Zabaleta. Aún así, con el pie en el freno y con Romero más activo, llegaron otras posibilidades y el magnífico cuarto gol gestionado por Messi y Sosa y rematado brillantemente por Di María.

La goleada en el marco de un Monumental repleto, la recontrarrequeterremil confirmación de que Messi es un jugador de otra dimensión, elevarán la autoestima, el entusiasmo generalizado y la sensación de que las Eliminatorias son para la Argentina un paseo. Pero se espera que Sabella y el cuerpo técnico sepan poner las cosas en su justo lugar.

Cuando se dispone de individualidades como las que tiene Argentina y los solistas suenan afinados, cuando el primer gol llega rápido para calmar las impaciencias de la gente y cuando el rival otorga ventajas en la marca y no tiene respuestas anímicas ante el menor contratiempo, el camino de la goleada es una autopista. Algo de todo eso ocurrió ayer en la victoria contra los ecuatorianos.

Argentina podrá quedar en la segunda colocación la semana que viene si Uruguay, que vuelve a jugar de local, se impone a Perú. Pero ese es apenas un detalle menor. Ni el primer lugar hasta aquí, ni el segundo garantizan nada. Falta mucho todavía para que terminen las Eliminatorias. Ojalá falte menos para que Argentina encuentre un equipo.