Fue un desahogo. Un anhelo. Y, si se quiere, también un premio por no rendirse, aun cuando parecía vencido. La eufórica corrida de los jugadores de Racing hacia el arco luego del penal atajado por Sebastián Saja, que le dio al elenco de Avellaneda su primera final en 20 años, demostró la importancia que tiene la Copa Argentina para este plantel, que entiende que un título es el único camino para llegar a cumplir un buen semestre, luego de la floja campaña en el torneo Clausura. “Es un privilegio poder jugar una definición de una competencia. Es lo único que nos queda y vamos a dar todo para conseguirla”, señaló el defensor Ivan Pillud.

Cuando Gio Moreno falló su penal –justo el colombiano, que no pasa momentos felices en el club–, el cielo se nubló de repente para todo Racing, que veía cómo su sueño de jugar la final de la Copa Argentina se desvanecía con el viento salteño. Sin embargo, en ese momento el conjunto de Avellaneda se hizo grande a través de la figura de su arquero, y minutos más tarde se dio el gusto de festejar el acceso a la final luego de sentirse prácticamente afuera. “Nos debíamos una alegría así por todo lo que pasamos”, indicó Pillud en declaraciones a Radio Rivadavia.

El fracaso de la gestión de Alfio Basile, el violento episodio protagonizado por Teófilo Gutiérrez en el vestuario tras la derrota en el clásico con Independiente y la amenaza con arma de fuego sufrida por Moreno de parte de un barra, diagramaron un semestre más que magro para Racing. “La victoria sirvió mucho para levantar el ánimo del plantel luego de todo lo que tuvimos que pasar. Necesitábamos este envión para lo que queda”, indicó Pillud, quien ya palpita la definición del certamen nada más ni nada menos que ante el conjunto dirigido por Julio Falcioni. “Boca es el mejor equipo del fútbol argentino y lo demuestra día a día. Pero esta Copa es lo único que nos queda a nosotros, más allá de que tenemos que sumar en el torneo para terminar de la mejor manera”, remarcó el lateral.

Con la victoria ante River, el club de Avellaneda volverá a disputar la final de un torneo luego de 20 años de sequía. Su última aventura fue el 25 de noviembre de 1992, cuando cayó ante Cruzeiro de Brasil, por la Supercopa Sudamericana. “Hacía mucho que Racing no jugaba una final y, la verdad, es un privilegio que nosotros podamos hacerlo”, aseguró Pillud.