“Cumplimos el objetivo de quedarnos en Primera y zafar de todo, aunque nos quedó la espinita del campeonato. Una sensación agridulce por no poder llegar a una final con Arsenal.” Más frío después del cierre caliente del Clausura 2011, Rodolfo Arruabarrena, el entrenador de Tigre, el equipo que mejor fútbol desplegó a lo largo del torneo, expresó su dolor por no haber podido tener una chance más de pelear por el título. El domingo, en el vestuario, una vez que su equipo había escapado de la Promoción, explicó que fue esa complicación con los promedios la que lo llevó a evitar impulsar a sus jugadores al ataque para tratar de ganarle a Independiente, cuando el partido estaba empatado en dos tantos. “Ojalá tengamos revancha el campeonato que viene –adelantó el DT de Tigre–, aunque será difícil retener a este plantel. Seguramente tendremos que rearmar el equipo. A mí me encantaría que se quedaran todos del plantel actual, pero será muy complicado. Van a llegar ofertas por varios de los muchachos y para ellos será la oportunidad de hacer una diferencia económica, así que los entiendo –afirmó–. Estoy orgulloso de este plantel. Son treinta tipos espectaculares, fue heroica la cantidad de puntos que descontamos para quedarnos en Primera.”