DEPORTES
› OPINION
Otra vez la misma piedra
› Por Adrián De Benedictis
La historia vuelve a repetirse. Cuando dicen que el tiempo es capaz de cambiar las imágenes pasadas, en este caso no fue suficiente para que el vóley argentino pudiera escapar de sus propias miserias. Ni siquiera el cambio de nombres parece haber sido útil. La decisión de expulsar a la Argentina de todas las competencias internacionales no hace más que evidenciar que la conducción se llevó por delante la misma piedra. Más allá de si alguien se quedó con una porción de la torta que no le correspondía, la realidad marca que los planteles nacionales se ven seriamente perjudicados, mientras se mantienen ajenos a cualquier enfrentamiento personal.
Una brisa de aire fresco se había vislumbrado en la última década, en un deporte que debió soportar durante años una manejo dictatorial que tanto mal le causó. Pero fue sólo eso, una brisa...
En la semana posterior al Mundial que se realizó el año pasado en el país, en una columna publicada en este diario se dijo que el “verdadero mundial” para Argentina empezaba a partir de ese momento. Y a siete meses de ese evento –que resultó exitoso en medio de la sencillez– queda claro que no sólo no sirvió de plataforma sino que el Mundial provocó que se dieran pasos hacia atrás.
Con el hecho consumado, ahora surgen distintos dirigentes políticos a tratar de salvar lo que se muestra insalvable, y buscan que Argentina por lo menos pueda seguir participando en el plano deportivo. Inclusive, también aprovechan el espacio para terminar de acomodar su propia campaña política, tanto en el gobierno nacional como en el gobierno porteño. En medio de todo eso, la rueda sigue girando y se regresa siempre al mismo lugar.
El mensaje ha sido claro. Quizá, esta resolución de excluir a Argentina hasta que no renueve toda su cúpula directiva termine siendo un punto a favor para que el vóley pueda consolidarse de una vez para siempre. Y esa impotencia que están sintiendo los jugadores y los entrenadores de los distintos seleccionados, sólo pueda ser descargada en la cancha.