Y un día, el clásico barrial retornó. Luego de un año, Huracán y San Lorenzo volvieron a verse las caras en un amistoso de pretemporada disputado en el Tomás Ducó. Sin embargo, apenas igualaron sin goles y defraudaron a todos por el pobre nivel futbolístico exhibido. La revancha tendrá que esperar hasta el 28 de octubre, pero en el Nuevo Gasómetro.

No había puntos en juego, pero el color y el folklore característico de un partido de esta envergadura estaba presente. Y esa pasión, muchas veces desmedida e irracional, hizo que el partido se retrasara cinco minutos. ¿Qué pasó? La gente de Huracán –no hubo visitantes– colgó una bandera en el alambrado en contra del arquero del club de Boedo, Pablo Migliore, que si bien no fue de la partida, estuvo viendo el encuentro en una platea. “Migliore vendehumo y botón”, rezaba el trapo, que fue acompañado por insultos contra el arquero. Por esa reacción de sus hinchas, el Tomás Ducó podría ser clausurado para la primera fecha ante Gimnasia de La Plata.

Una vez retirada la bandera, Silvio Trucco pitó, y la pelota comenzó a rodar. Sin embargo, lo que faltó fue fútbol. Ninguno de los dos hizo méritos para quebrar la paridad, aunque fue el local quien tomó la iniciativa. No obstante, el elenco de Parque Patricios careció de peso en el área para lograr desnivelar.

Como dentro del terreno de juego pasaba poco y nada, los hinchas de Huracán volvieron a ser los protagonistas. Cuando promediaba la primera mitad, desplegaron una bandera de San Lorenzo, lo que provocó la suspensión transitoria del encuentro por otros cinco minutos. Una vez reiniciado el juego, ambos equipos continuaron siendo mezquinos y por eso la primera mitad se fue sin pena ni gloria.

En el complemento, nada cambió, aunque hubo al menos dos oportunidades de gol. A los 55, Daniel Vega, con un cabezazo, exigió a Ibáñez, mientras que a los 25, San Lorenzo avisó con un tiro de Furch, que puso en aprietos a Islas. Sobre el final, fue el local quien se animó a ir por el triunfo, pero le faltó pericia para llevarse la victoria. Ahora recién se volverán a ver las caras dentro de tres meses.