Paula Pareto no pudo repetir. La mejor judoca argentina se quedó en las puertas de conseguir su segunda medalla olímpica consecutiva, pero cayó en un fallo polémico en el combate por el bronce ante la belga Charline van Snick en la categoría hasta 48 kilos. El título y la medalla dorada fueron para la brasileña Sarah Menezes, que en los Juegos Panamericanos de Guadalajara del año pasado había sido medallista de bronce en la misma competencia en la que la argentina se había subido a lo más alto del podio.

Recién en tiempo extra y tras dos penalidades hacia la argentina se definió el combate ante Van Snick, que le quitó a Pareto la chance de la medalla. Por eso la bronca de la Peque, que no se quedó conforme con los fallos de los árbitros. “Fue muy parejo. Da mucha bronca que se escape una medalla por tan poco. Hice todo lo que pude. No le quiero echar la culpa a nadie, pero los árbitros están siempre un poco complicados para nuestro lado. Había que terminar la lucha y la terminaron como les pareció”, comentó Pareto entre lágrimas, apenas terminado el último combate. “Si me hubiese tirado por ippon en cualquier lance, tal vez no estaría llorando, porque si te ganan bien no hay nada que hacer. Pero que se escape por tan poco da bronca. Si me decían antes del torneo que terminaba quinta hubiese comprado, pero después de ver cómo fue y estar tan cerca es muy feo”, remarcó la judoca argentina, que se ilusionó con el futuro a pesar del trago amargo: “Espero poder llegar a otros Juegos y poder darme una alegría con una nueva medalla”.

Para llegar a esa definición, Pareto había arrancado con una victoria apretada sobre la italiana Elena Moretti. En la siguiente instancia, en otra lucha muy pareja, la japonesa Tomoko Fukumi la superó en tiempo extra por dos penalidades y la mandó a la ronda de perdedores. En esa instancia, Pareto superó a la mongola Urantsetseg Munnkhbat para acceder a la chance de la medalla de bronce. Pero como no pudo con Van Snick, se tuvo que conformar con el quinto puesto, que, por la manera en que llegó, lejos estuvo de festejarlo.