El entrenador del seleccionado argentino de vóleibol masculino, Javier Weber, reconoció que no se fue “satisfecho” y afirmó que “el ataque fue la diferencia” entre su equipo e Italia, que ganó 3-1 por la segunda fecha del Grupo A de los Juegos Olímpicos. “No me voy satisfecho. Hicimos un buen partido en todo lo que fue bloqueo, defensa y saque, pero no entendimos bien por dónde pasaba el juego del ataque”, expresó Weber. “Los dos equipos tuvieron puntos altos en ofensiva y ellos estuvieron mejor que nosotros. Italia saca muy bien y nosotros tenemos un volumen de defensa bueno. Argentina defendió muy bien e Italia sacó muy bien. El ataque fue la diferencia”, puntualizó. El partido duró una hora y 46 minutos, y los parciales fueron de 17-25, 25-21, 17-25 y 23-25.

Weber expresó también que sabían que iban a “jugar con un rival como Italia, que es el de más fuerza en el saque de todo el mundo”. “Fuimos muy francos y directos, quisimos jugar como ellos en términos de fuerza y no somos Italia en ese aspecto”, agregó.

“Fuimos muy francos muchísimas veces, cuando no somos un equipo que pueda ganar por altura”, se lamentó Weber, quien en el último set insultó a sus jugadores para que reaccionaran en un tiempo muerto pedido por él, en un incidente que fue muy comentado.

Con todo, destacó que Argentina “no se entregó nunca” en el encuentro y elogió la “buena remontada” que tuvieron sobre “el final”, cuando el equipo europeo cerró el partido recién en el sexto match point.

“El alma del equipo va a estar siempre intacta porque es un campeonato largo y sabíamos de las dificultades que íbamos a tener partido tras partido”, comentó Weber.

Por su parte, el receptor punta Facundo Conte dejó en claro que a él también le quedó un sabor amargo por haber dejado pasar un partido que podrían haber ganado, más allá de que los italianos se impusieron por dos sets de ventaja. “Al final nos dimos cuenta de que podríamos haberlo ganado. Ellos son un buen equipo. Tuvieron grandes altibajos como nosotros, pero en el último set no lo supimos aprovechar”, evaluó el hijo de Hugo, quien es considerado uno de los mejores jugadores de la historia del vóleibol argentino.

Al igual que Weber, Conte remarcó que las chances del equipo siguen intactas al afirmar que “quedan otros tres partidos que se pueden ganar, y hay que pensar sólo en eso”.

En tanto, el opuesto Federico Pereyra dijo sentir “mucha bronca” porque podrían “haber ganado y la dejamos pasar”. “Cometimos muchos errores, son partidos que tenemos que aprender a jugarlos. Hay que seguir con la cabeza en alto y el pecho arriba, que las cosas a la larga llegan”, indicó el sanjuanino, entre autocrítico y consciente de que ahora tienen que enfocar la mira en el partido de mañana ante Polonia.