El entrenador Alejandro Sabella sabe lo que quiere hacer de la Selección Argentina: un equipo sin personalidad. El lo dice de otra manera: habla de un equipo “versátil” y que sea “capaz de adaptarse a distintos sistemas de juego”, no por capricho, sino en relación con la capacidad y potencial del rival. Es decir, un equipo que no respete la tradición protagónica del fútbol argentino ni la capacidad de sus jugadores, sino que se adecue a las posibilidades que ofrezca el rival, sea débil o poderoso. Tal la síntesis de la conferencia que el entrenador brindó en la previa del amistoso contra Alemania, en Frankfurt, en la que evitó una y otra vez confirmar la alineación nacional, frente a un equipo local que será integrado en su mayoría por habituales no titulares.

“Tratamos de ser versátiles, adaptarnos a distintos sistemas de juego y formar un buen grupo humano, ser solidarios”, remarcó Sabella, que sugirió que podría armar un esquema 4-4-2 para esta tarde, sin revelar el nombre del delantero que podría acompañar a Lionel Messi. Pero dejó abierta la chance de utilizar otro esquema, ya que –según afirmó– el equipo que forme tendrá en cuenta “el contexto general del equipo y las potencialidades o debilidades del rival”. Una pretensión que impedirá determinar en el transcurso de la era Sabella cómo juega la Selección Argentina.

Ejemplos de ese eclecticismo futbolero se evidencian en declaraciones como la siguiente: “Una buena defensa empieza en el ataque y un buen ataque se inicia con una buena defensa; si no, fíjense en Alemania, que siempre sale jugando”. Ese carácter que Sabella elogia en el rival es el que parece no querer para el equipo argentino, que deberá cambiar de esquema según sea menester. “Tuvimos buenas muestras de carácter, dando vuelta partidos con Colombia y Brasil, y esperemos seguir por este camino”, sostuvo el entrenador.

Sabella negó que la defensa sea lo más flojo del equipo al explicar que si “uno los compara con los delanteros, pierden; pero por eso no dejan de ser buenos defensores”, y luego elogió a Messi: “Lo veo tranquilo, contento y feliz. Con él hay que hablar lo mínimo y necesario. Es un jugador especial y extraordinario”.

El de hoy será el duodécimo partido de Sabella al frente del equipo albiceleste. De los once encuentros anteriores, el equipo ganó siete, empató dos y perdió los restantes, con 22 goles a favor y 11 en contra. Pero de los siete encuentros oficiales que la Selección jugó con Sabella como entrenador, sólo obtuvo tres triunfos, dos empates y dos caídas.

Después de este amistoso se vendrá un doble compromiso por las Eliminatorias, el de septiembre ante Paraguay en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba y el 11, contra Perú, en el Nacional de Lima. Argentina ocupa la tercera posición en las Eliminatorias Sudamericanas con 10 puntos en cinco partidos jugados (tres victorias, un empate y una derrota) y está detrás de Uruguay (11 unidades y cinco encuentros desarrollados) y el líder Chile, que tiene 12 puntos en seis cotejos.

Ayer, el Sub-20 dirigido por Marcelo Trobbiani cayó 6-1 ante los alemanes, en Frankfurt.