Es un clásico, a esta altura, Argentina-Alemania. Aunque los hinchas argentinos disfrutan más de los enfrentamientos contra Brasil e Inglaterra, las finales mundiales de 1986 y 1990 lo transformaron en una cita especial. El amargo recuerdo del último enfrentamiento azuza ese sentimiento. En sus 18 enfrentamientos con Alemania, Argentina ganó ocho, empató cuatro y perdió seis. El último partido oficial fue en el Mundial de Sudáfrica 2010, cuando fue goleado por 4-0 en los cuartos de final, en Ciudad del Cabo, en el que fue el último partido de Diego Maradona al frente del seleccionado nacional. Pero la Argentina sabe cómo ganar en Alemania. Lo hizo en el amistoso de febrero de 1973, en Munich, cuando con Enrique Omar Sívori venció 3-2 con goles de Miguel Brindisi, Norberto Alonso y Jorge Ghiso; lo sometió también en septiembre de 1984, en Dusseldorf, ya con Carlos Bilardo como técnico, la noche en la que Ricardo Bochini estrelló un remate de larga distancia en el travesaño, con un 3-1 final producto de dos goles de José Daniel Ponce y otro en contra; lo hizo, también, en abril de 2002, en Stuttgart, con Marcelo Bielsa en el banco y un gol de Juan Pablo Sorín para el 1-0 final, el mismo resultado registrado en marzo de 2010 en Munich, ya con Maradona como técnico y tras gol de contraataque de Gonzalo Higuaín. El partido más importante jugado en terreno alemán entre ambos seleccionados terminó en igualdad 1-1, pero favoreció a los locales por penales: fue en junio de 2006, en Berlín, por los cuartos de final del Mundial de Alemania en aquel año.