DEPORTES › LA HISTORIA DE HERNáN ROCCA, RUGBIER DE LA PLATA ASESINADO EN 1975
Militante de la JUP y ex Pumita, al medio scrum lo mató un grupo parapolicial un Viernes Santo. Fue el prenuncio de lo que ocurriría en el club platense, en el que desaparecieron dieciséis jugadores, varios de ellos compañeros suyos, durante la dictadura.
› Por Gustavo Veiga
Como buen medio scrum, Hernán Rocca clarificaba el juego en cada palomita. Sus brazos estirados acompañaban la pelota mientras se suspendía en el aire. La típica postal del rugby. Se lo ve en las fotos que atesora su familia y en el diario personal que llevaba con puntillosa prolijidad junto a su novia Ana. Su equipo era La Plata, campeón de Ascenso en 1972 y ganador del tradicional Seven nocturno de DAOM en 1973. Convocado a Los Pumitas, titular indiscutido en su club, estudiante de Medicina y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), lo mató un grupo parapolicial un Viernes Santo, nada santo, de 1975. Prenuncio de lo que vendría, su crimen fue el primero de una larga lista que sufrió el deporte de la ovalada, y en particular La Plata Rugby. Después de Rocca, durante la dictadura, desaparecieron dieciséis jugadores que habían sido sus compañeros o pasaron por el club antes que él.
El diario de Hernán es un documento histórico de los ’70, una referencia ineludible del rugby de esa época. El medio scrum jugó contra los mejores y lo documentó con bastantes detalles. Entre 1968 y 1974 juntó y editó con criterio periodístico los momentos fundamentales que vivió adentro y afuera de una cancha. Como unas vacaciones del ’71 en que combinó el descanso y su pasión por el rugby: “... Año 1971, 4ª A, en verano fui con mi familia a Mar del Plata, allí jugué el seven a side de verano, conseguimos llegar a la semifinal, a pesar de jugar con una banda (Barandiarán, Larraín, Herrero, Sánchez Viamonte, Rocca –se menciona en tercera persona–, Rojas, Maiztegui, Montequín)...”.
De ese cuaderno de bitácora también surge que hace cuarenta años integró el equipo que logró volver a Primera. Esa formación que le ganó a Hurling como visitante y se aseguró el Ascenso tenía entre sus titulares, además de Rocca, a Santiago Sánchez Viamonte, Pablo Balut, Otilio Pascua y Mariano Montequín, todos detenidos-desaparecidos. Escribió Rocca en su diario encarpetado con hojas Rivadavia: “Lunes 21 de agosto de 1972, Retorno a primera: Misión Cumplida!! (Hurling 0, La Plata 9)”.
También se lee en el recorte del diario El Día de aquella fecha: “Concluido el encuentro, un nutrido grupo de adictos a la escuadra amarilla festejó con bombos y matracas el anhelado galardón. También enarbolaron una bandera”. Tres semanas después, el 10 de septiembre del ’72, La Plata le ganaba su último partido a un club que no existe más: YPF. Rocca y sus compañeros volvían a Primera luego del descenso de 1971.
El diario sigue: “...1973: 1er. Partido en Primera División: Banco Nación 25, La Plata 23 (debió ser empate)”. Una gloria del rugby nacional jugó aquella tarde para el equipo bancario: Hugo Porta. Marcó tres tries. La pareja de medios de La Plata la integraron Rocca y Sánchez Viamonte. Todos coinciden en que Santiago, un militante del Partido Comunista Marxista Leninista, era el jugador más destacado de La Plata. Montequín, segunda línea, que también pertenecía al PCML, completó en ese encuentro la formación de rugbiers que están desaparecidos.
Los resultados de cada partido continúan en la pluma de Rocca: “25 de junio de 1973, La Plata 7 Pueyrredón 28. Lunes 2 de julio de 1973, La Plata 16, San Martín 4. Domingo 8 de julio de 1973, La Plata 13, Deportiva Francesa 15. 23 de julio de 1973, La Plata pierde ante Hindú 15 a 19. Domingo 9 de septiembre de 1973, La Plata 12, CASI 11”. En ese último juego, disputado dos días antes del golpe que derrocó a Salvador Allende en Chile, Pascua marcó un drop y convirtió un try. La victoria como visitante fue titulada por La Gaceta: “La Plata dio la nota al derrotar al CASI”.
Además de los resonantes éxitos contra el club de San Isidro y Pucará (9 a 7) en el Torneo Superior, el año 1973 les deparó a los platenses una alegría mayúscula en el seven nocturno de DAOM. Raúl Barandiarán, un sobreviviente de los ’70, protagonista de aquellos partidos y compañero de los jugadores desaparecidos, suele contar que ciertos rivales se preguntaban cómo La Plata no conseguía destacarse en el rugby de quince teniendo en cuenta que en la modalidad de seven era muy fuerte.
Rocca destaca en el diario a ese equipo: “...La Plata campeón del seven a side de Daom, 21 de octubre de 1973, derrotando a San Isidro por 16 tantos contra 0: amarillo lindo color, amarillo... lindocolor... amarillo... lindocoolor, atronaba la tribuna partidaria poniendo en la noche templada una nota distinta. Formación: Copello, G. Sánchez Viamonte, S. Sánchez Viamonte y H. Rocca, M. Mendy, M. Montequín y R. Barandiarán: Suplentes: Santander, Pascua, J. Mendy (revista de la UAR, 1973)”.
La dimensión de la victoria en el seven nocturno está dada por los rivales que enfrentaron en la final. En el San Isidro Club jugaban González Victorica, Soares Gache, Alcacer y Lucke, figuras del equipo que ganó el torneo superior de la UAR en el ’73 y que venía de ser campeón tres años consecutivos (1970, ’71 y ’72).
Araceli, una de las hermanas de Hernán Rocca, escribió el 27 de agosto pasado en la revista oficial del club: “...en su vida mostraron lo mismo que en el juego: espíritu de lucha, solidaridad, esfuerzo, espíritu de equipo alejado de todo individualismo (como les decía Pady Wilkinson, según el diario deportivo de Hernán que quedó en casa)”. Su familia conserva ese documento que ilustra con esmero la trayectoria de un deportista asesinado por las bandas de ultraderecha prohijadas por el gobierno de Isabel Perón y José López Rega.
Rocca murió cuando sus compañeros del plantel de La Plata estaban de gira por Europa. No viajó porque tenía que rendir una materia de Medicina. El 28 de marzo del ’75, después de aprobar el examen, se entrenó y llevó a su novia hasta la casa. Fue sorprendido por la patota cuando conducía el auto de su padre Ebert. Esta cronología la narra, en su recomendable blog de poesía Los detectives salvajes, Julián Axat, hijo de otro rugbier de La Plata desaparecido, Rodolfo Axat.
“Encontraron muerto a tiros a un estudiante de medicina en la ruta 11, en Villa Ponsati”, tituló un diario platense de aquella época. El juez en lo Penal que tomó el caso se autolimitó en la investigación y les sugirió a los padres de Hernán que desistieran de buscarlo “por la posibilidad de que el resto de la familia corriera riesgo de muerte”, según un escrito judicial que presentaron los hermanos Araceli, María Antonia y Marcelo Rocca en la Justicia Federal de La Plata el 1º de septiembre de 2006. Los tres y su madre Martina esperan que se haga justicia desde hace 37 años.
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