Y un día, Julio César Falcioni habló. El entrenador de Boca se había llamado al silencio luego de la dura derrota ante Belgrano, hace casi tres semanas. Sin embargo, ayer decidió volver a conversar con la prensa, para remarcar que el clásico “es el partido que el jugador le regala al hincha” y dejar en claro que, pese al mal momento futbolístico, el equipo “está tranquilo y con mucha confianza”, de cara al duelo con River del domingo en el Monumental.

Cuando alguien nombra a Falcioni, una persona suele reconocerlo por su habitual cara de pocos amigos, seria, inmutable y hasta a veces intimidante. Hace tiempo que no se lo ve distendido, con una sonrisa, con humor. Poco más de un mes, para ser más precisos. Es que, en ese lapso, Boca acentuó su mayor problema a lo largo de este semestre: la falta de claridad para generar juego. Las derrotas con Belgrano y Lanús, ambas de visitante, más los pobres empates ante San Martín de San Juan y Estudiantes, dibujaron en el rostro del ex director técnico de Banfield muecas de fastidio, preocupación e incertidumbre. Y si lo futbolístico no alcanzaba, los continuos rumores que pronostican el fin de su ciclo en el club de la Ribera terminaron de redondear el mal momento por el que atraviesa el DT, que prefirió alejarse de las declaraciones.

Casi tres semanas después de su último contacto con la prensa, el entrenador quebró su pacto de silencio y volvió a encarar los micrófonos. Falcioni, muy calmo, ya palpita el Superclásico del domingo. “El clásico es el partido que el jugador le regala al hincha. Por eso es importante”, expresó el entrenador.

A pesar de que Boca hace cinco encuentros que no consigue el triunfo (la última alegría fue el 2-1 ante Independiente en la Bombonera con goles de Santiago Silva y Juan Sánchez Miño), Falcioni, si bien no negó el bajo rendimiento del equipo, indicó que el plantel está “muy tranquilo”, a la espera del Superclásico. “El equipo está bien y yo también”, apuntó tajante, Falcioni, que confía en sus jugadores. “Sé que harán el máximo esfuerzo para ganar”, enfatizó el entrenador.

Por otro lado, ayer el DT dispuso la práctica de fútbol formal de la semana, en la cual probó el posible equipo titular para enfrentar a River. Y en la alineación hubo sorpresa. Contra todos los pronósticos, Falcioni sacó al juvenil Paredes y paró a Chávez de volante por derecha, relegando al banco a Rivero, arduo conocedor del puesto. A su vez, tal como se preveía, Albín ocupó el lateral derecho, dejando a Clemente Rodríguez por izquierda y posibilitando la vuelta de Sánchez Miño al mediocampo. Por último, Viatri, quien parecía perder el puesto a manos de Acosta, ocupó la delantera junto a Silva.