La ilusión de Tigre de sumar su primer título internacional sufrió un freno. En un partido monótono y casi sin situaciones de peligro frente a los arcos, el conjunto de Néstor Gorosito apenas pudo empatar 0-0 con San Pablo y ahora deberá buscar la hazaña en el mítico Morumbí, ya que la regla de gol de visitante en caso de igualdad no corre en la definición. Los dos equipos jugaron con diez hombres desde el cuarto de hora inicial por las expulsiones de Alejandro Donatti y Luis Fabiano.

Con todos los nervios y ansiedad que significaba su primera final continental, Tigre salió al césped de la Bombonera. Desde afuera, su gente –y hasta Juan Román Riquelme– intentaba empujar al equipo. Sin embargo, ese combo no resultó beneficioso para el equipo, que sintió rápido el poderío del San Pablo. Antes de los diez minutos, el conjunto paulista había obligado a Albil a dos buenas intervenciones, la primera tras un remate de Osvaldo y la segunda por un mano a mano ante Luis Fabiano.

Con menos juego y más ganas, Tigre buscaba equiparar la aparente superioridad de su rival. Pero sus llegadas eran menos nítidas que las de los brasileños. Hasta que al llegar al cuarto de hora se dio una jugada que cambió el desarrollo del encuentro y, tal vez, de la serie. Tras unos manotazos cruzados, Luis Fabiano le arrojó una patada sin pelota a Donatti, aunque no llegó a impactarlo. El defensor argentino buscó sacar ventaja y simuló un golpe que terminó de confundir al árbitro Arias. Ante la duda, el paraguayo les mostró la tarjeta a ambos jugadores.

En el cruce de tarjetas, el más beneficiado pareció ser Tigre. Sin un marcador central, Gorosito resolvió mantener una línea de tres que durante la etapa de Arruabarrena era la defensa titular. Por el contrario, los brasileños se quedaron sin su centrodelantero y el jugador de más cartel del plantel. Y lo sintieron en los últimos metros, ya que perdieron profundidad, más allá de que sostenían un prolijo trato de pelota. Del otro lado, Tigre oponía su empuje, que apenas alcanzaba para inquietar a Rogerio Ceni con alguna pelota detenida.

La segunda mitad arrancó con una tónica parecida, aunque de a poco Tigre se fue adelantando en el campo y San Pablo asumió una actitud más especulativa. Por eso, el conjunto de Gorosito pasó a dominar el terreno y la pelota, con la idea de acorralar a su rival. Claro que esa situación no se tradujo en demasiadas ocasiones de peligro. Apenas un remate de Ftacla que se desvió en un defensor y terminó en corner. Así se llegó a un cierre pálido, que dejó al público de Tigre con la sensación de que se perdió una buena ocasión. Por eso, tendrá que ir a buscar la hazaña al Morumbí.