La previa del partido entre Federer y Del Potro tuvo un toque especial, con la reedición de uno de los clásicos del tenis argentino entre Guillermo Vilas y José Luis Clerc. El público, que comenzó a llenar lentamente el estadio tubular desde las 17, tuvo su primer momento de entusiasmo cuando ambos jugadores ingresaron en el court. Fue grande la ovación y ambos se mostraron agradecidos. Jugaron una exhibición que se adjudicó el más joven de los dos, “Batata”, de 54 años, por 6-2, 6-1.

Vilas, de 60 años, vestido de negro, no podía disimular unos kilos de más. Esto se notó en la exhibición, ya que de los dos fue el que más exigido se mostró. Pero atrás del partido también había show, con Clerc como el principal animador, a partir de chistes que despertaron las risas de los espectadores: cuando Vilas se confundió de lado, “Batata” levantó las manos arengando al público para que ayudaran “al abuelo”. Por supuesto el show también tuvo algunos lujos, como “La gran Willy” que el tenista marplatense logró lucir, con la ayuda de Clerc, que le facilitó el tiro soltándole una pelota larga parado detrás de la red.

Tampoco faltó el espectáculo. La marca Roger Federer se podía ver en las gorras y en las remeras de buena parte de los presentes en los alrededores del estadio en las tradicionales carpas de los sponsors. Allí se destacaba la presencia de un doble de Roger, quien accedía a fotografiarse con quienes se lo solicitaban. Otra sorpresa fueron los drones, robots voladores que constantemente sobrevolaban el court. En la despedida, Vilas y Clerc se llevaron, ahora sí, una gran ovación porque el estadio ya estaba repleto esperando la llegada de Federer y Juan Martín Del Potro.