Sáb 19.01.2013

DEPORTES  › BIANCHI Y RAMON DIAZ SE VUELVEN A MEDIR EN UN TORNEO DE VERANO

Superclásico de entrenadores

Aunque ambos remarcan lo obvio, “que los técnicos no juegan”, acapararán la atención en la noche de hoy en Mar del Plata. Para ganar, el Virrey apostará a la experiencia de sus jugadores, y Ramón, al poder ofensivo de los suyos.

Carlos Bianchi, flamante DT de Boca.
Ramón Díaz, flamante DT de River.

Esta noche, el Boca de Bianchi y el River de Ramón volverán a verse las caras después de casi 13 años. El encuentro, que se disputará desde las 22.10 en Mar del Plata (televisa Fox Sports), será el primero de los tres que jugarán en el verano y servirá como primera gran prueba para los entrenadores que encaran su tercera etapa como técnicos de los clubes más grandes del país. De perfiles muy distintos, ambos representan lo mismo para sus adeptos y su sola presencia en el banco de suplentes promete el retorno a aquellas épocas de gloria que ambos supieron cosechar. Carlos Bianchi y Ramón Díaz, los técnicos más ganadores de la historia de Boca y de River, respectivamente, frente a frente. Este quizá sea el verdadero clásico veraniego. Los números hablan por sí solos y las comparaciones entre ellos resultan inevitables. Como entrenador de Boca, el ex atacante de Vélez obtuvo un total de nueve títulos (cuatro a nivel local y cinco en el plano internacional), mientras que Díaz ostenta siete logros con la banda roja (cinco en el fútbol casero y otros dos internacionales). Aunque este último se pone al frente si se le suman los campeonatos que obtuvo como jugador riverplatense (cuatro en total).

A pesar de la expectativa que genera un nuevo enfrentamiento entre ellos, Carlos Bianchi le restó importancia al acontecimiento. “Prefiero ganar el Superclásico del campeonato”, aseguró, tajante, aunque por otra parte admitió el valor sentimental que el clásico tiene para los hinchas. “Para la gente siempre es especial y quiere ganarlo, pero espero que pase lo más rápido posible y que cuando finalice no haya lesionados”, estimó. Por su parte, si bien el riojano intentó mantenerse en esa misma línea al señalar que enfrentará la contienda “como parte de la preparación”, también destacó que “los hinchas siempre quieren ganar” ese tipo de duelos. “Espero que los jugadores me regalen una victoria por haberlos puesto”, deslizó, sin ocultar su pícara sonrisa.

Amistosos entre River y Boca no existen. Bien lo sabe el entrenador del equipo de Núñez, que el 9 de febrero de 2000 cayó 2-1 con el rival de toda la vida y debió dejar su cargo. Ahora, Ramón tendrá la chance de tomarse revancha de aquel encuentro (el último ante el técnico boquense). También podrá acortar la distancia en partidos de verano ante el Boca de Bianchi, en los que sólo ganó uno y perdió tres. No obstante, el panorama es mucho más parejo en los enfrentamientos oficiales entre sí, dejando de lado los duelos en los que Bianchi dirigía a Vélez. Por torneos locales ganaron un partido cada uno y empataron dos, aunque tres de esos encuentros se jugaron en el estadio Monumental. Para estos casos, los números suelen ser sumamente demostrativos e irrefutables. La calculadora dice que Bianchi dirigió 278 partidos oficiales con el club de la Ribera, ganó 155, empató 77 y perdió 46. Ramón sumó 303 partidos, se impuso en 156, igualó 80 veces y cayó en 67 oportunidades.

Sin embargo, los técnicos coincidieron en que la talla del entrenador no influye y les restaron protagonismo a sus figuras. “Los técnicos no juegan, lo hacen los jugadores. Yo no pagaría ninguna entrada para ver a dos técnicos, por más importantes que sean”, sostuvo el ex Vélez. Similar fue la respuesta de Díaz, quien consideró que “los protagonistas siempre fueron los jugadores y lo seguirán siendo”. Y agregó: “La gente tiene expectativa por lo que hemos ganado. Pero quieren ver al equipo, lo que ha mejorado y lo que ha progresado”.

Esta noche se romperá una abstinencia de más de una década. River apostará a una defensa de tres para buscar ganar el mediocampo y la pelota. Boca –con una alineación no muy diferente de la que disponía Falcioni– jugará con un esquema clásico. Distintas recetas para un mismo objetivo: arrancar 2013 con el pie derecho y con una alegría para su público.

Informe: Pablo Ribera.

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