Tras haber llegado a la semifinal de Roland Garros y de haber vencido a su ídolo, Andre Agassi, Guillermo Coria volvió a Buenos Aires. Luego de la conferencia de prensa que brindó y antes de ir al programa de Susana Giménez, el flamante número seis del mundo charló con Página/12 de lo que vivió en París y de sus sueños para lo que resta de la temporada.
–¿Cuál es el sensación después de Roland Garros?
–Pasó todo muy rápido. Después de perder con Verkerk estaba un poco triste porque se me había cortado una ilusión muy grande. Pero con el correr de las horas me relajé y disfruté del gran torneo que había hecho. Todavía sigo sin caer. Pasó una chance, pero no creo que haya sido la única de mi carrera. El ejemplo es Ferrero, que llegó a la semifinal, al año siguiente a la final y este año ganó el torneo.
–Si comparás el hecho de ser top ten, de ganar un Masters Series, de llegar a la semifinal de un Grand Slam y de derrotar a Agassi, ¿qué es lo que más se disfruta?
–Disfruté más de ganarle a Agassi que de ser top ten, por lo que significa que sea mi gran ídolo y por el partido que hice. Fue uno de los mejores de mi vida. Después del último punto, cuando me paré en la red, estaba muy emocionado. Haber ganado mi primer Masters Series y estar entre los diez mejores es una gran alegría, pero derrotar a Agassi es lo más grande que me pasó. Fue cumplir un sueño que tenía de chico.
–¿Cómo sentiste esos dos días después de ganarle a Agassi?
–Fueron totalmente diferentes a todo lo que había vivido hasta ahora. Que me reconozcan en la calle en Francia, que me pidan notas de distintos medios del mundo... Todo eso fue muy raro, pero lo tomé con calma.
–¿Sabías del furor que se generó en Argentina con tu actuación?
–Sí, mis amigos me contaban que no podían creer todo lo que se estaba viviendo acá. Yo trataba de no pensar tanto en eso, para no desconcentrarme o no presionarme de más. Pero me puso muy contento porque sentí que les robé varias sonrisas a familias que estaban con muchos problemas y que durante los partidos se olvidaban un poco de lo que estaban viviendo. Creo que eso es una alegría que no se puede comparar.
–¿Por qué pensás que los deportistas argentinos están teniendo tanto éxito en medio de una crisis tan importante?
–Es que los argentinos tenemos algo especial. No nos rendimos nunca, tenemos mucha garra, siempre queremos más, nunca nos conformamos. Esa es la clave para seguir mejorando día a día, para lucharla. Nosotros venimos de muy abajo y todo nos cuesta mucho más que a los europeos, que tienen todo servido. Por eso nos hacemos más fuertes.
–¿Pensás en la semifinal ante España por la Copa Davis?
–Es un sueño que tengo. Ojalá pueda estar en el equipo. Falta mucho tiempo y cualquiera de los chicos puede dar un batacazo. Además, hay un equipo armado muy sólido, que obtuvo muy buenos resultados. Por eso necesito seguir manteniendo este nivel para tener una oportunidad.
–Te propusiste un buen Roland Garros y ya está. ¿Cuál es la meta para la segunda parte del año?
–Mi principal objetivo es poder clasificarme para el Masters. Estar en Houston sería algo muy lindo y voy a hacer todo lo posible para llegar.
–Siempre dijiste que soñabas con ser número uno. ¿Qué te falta para eso?
–Me falta mucho. Para ser número uno tenés que ser diez puntos en todos los golpes. Estoy trabajando para ello y ojalá se dé pronto, pero soy consciente de que falta bastante.