Messi intenta progresar en ataque. Se le cortó su racha goleadora.
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Barcelona y Real Madrid no pasaron del empate 1-1 ayer, en el estadio Santiago Bernabéu, en el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey, dejando abierto el pase a la final para la vuelta en el Camp Nou, el próximo 27 de febrero. Cesc Fábregas abrió la cuenta al cruzar una pelota ante la salida de Diego López, a los 51 minutos, pero casi al final del encuentro, a los 81, el joven francés Raphael Varane igualó con un soberbio cabezazo. Lionel Messi cortó su racha y record de once partidos consecutivos convirtiendo goles.

“En el Camp Nou vamos a ir a por el partido, será un partido disputadísimo y habrá que pelarlo muchísimo”, dijo el segundo entrenador azulgrana, Jordi Roura, tras el encuentro. El Real Madrid salió muy decidido, presionando muy adelantado y buscando dificultar la salida de Barcelona. “Todo el mundo ha estado francamente bien”, afirmó el segundo entrenador del Real Madrid, Aitor Karanka, tras el encuentro.

Los azulgranas, vigentes campeones de la Copa del Rey, tuvieron dificultades para desplegar su juego en un encuentro que tuvo ocasiones para ambas partes.

El Barça, sin embargo, contó con una gran ocasión en el minuto 21, cuando Xavi Hernández estrelló la pelota en el travesaño del arco defendido por Diego López, en jugada de tiro libre en la puerta del área.

Los catalanes apenas pudieron contar con Messi, muy apagado, pese a que un gol del argentino le habría permitido igualar el record de 18 tantos en clásicos Real Madrid-Barcelona, que posee el mítico hispano-argentino Alfredo Di Stéfano.

Por el lado del Real Madrid, el que sí se destacaba era Varane, salvando el arco ante un remate de Xavi, en la primera parte, y luego frente a un buen intento de Fábregas, en la segunda. El joven central francés, titular ante la ausencia de Sergio Ramos (suspendido), fue uno de los mejores de su equipo.

Tras el gol de Barcelona, el técnico merengue, José Mourinho, sacó a Luka Modric por Callejón y a Gonzalo Higuaín por Benzema para tener más profundidad. Pero tuvo que esperar el cabezazo salvador de Varane para anotar el empate, que según el DT de Barcelona, por haber sido en el Bernabéu, “no es un castigo sino un buen resultado”.