Con juego bastante deslucido, el Seleccionado argentino de fútbol venció ayer 1-0 a Corea del Sur, en un partido amistoso jugado en el estadio Sang Am de Seúl, que puso fin a la gira asiática. Javier Saviola, a los 44 minutos del primer tiempo, y luego de una gran habilitación de Javier Zanetti, tras toque de Maxi Rodríguez, anotó el único gol del partido. Argentina venía de golear a Japón el último domingo, en el partido disputado en Osaka. La nueva Selección, conformada en esta gira por jóvenes futbolistas, cumplió una apenas aceptable actuación ayer en comparación con lo hecho el domingo ante Japón.
Con un planteamiento sólido, Argentina se sobrepuso al desconcierto del comienzo del partido, y a eso le agregó eficacia, ya que se puso en ventaja cuando construyó la única llegada clara que generó en el primer tiempo. El plan inicial de Bielsa falló en la generación de fútbol, ya que Aimar, eje de la circulación, encontró como único interlocutor válido a Cambiasso, quien intentó compensar la falta de comunicación del jugador del Valencia con Santiago Solari o Galletti.
Por su parte, con el capitán Yoo Sang Chul como patrón del equipo, los locales eligieron jugar rápido para romper la presión argentina y así generaron contraataques que finalizaron en centros cruzados sin mayor peligro para Cavallero. Lo mejor de los asiáticos fue un remate de Choi Yong Soo, que pasó muy cerca del palo derecho del arco argentino.
Bielsa decidió a los 34 minutos el cambio de Maxi Rodríguez por Galletti y el ex Newell’s clarificó todo en la primera pelota que tocó, debido a que habilitó por derecha a Zanetti y el mediocampista del Inter asistió perfectamente a Saviola, para que éste sólo tuviera que empujar la pelota bajo el arco de Lee Woon Jae y Argentina se pusiera en ventaja.
En el segundo tiempo, a los 14 minutos, Saviola desperdició un mano a mano ante el arquero, luego de una muy buena combinación entre Solari y Aimar (taco incluido), quien luego de esa jugada se fue diluyendo al punto que Bielsa lo reemplazó por Juan Román Riquelme. En la segunda mitad, Argentina controló sin problemas los intentos coreanos con la seguridad de Coloccini, pero careció de profundidad en ataque.