Los rosarinos, con un mix de titulares y suplentes –el martes juegan con la U de Chile por la Libertadores– y en un marco espectacular de público, asumieron el protagonismo desde el arranque e intentaron jugar siempre cerca del arco de Olave, quien en el primer cuarto de hora ya había logrado dos buenas tapadas frente a remates de Scocco y Maxi Rodríguez.

Newell’s insistía por la izquierda, donde se juntaban bien Casco con Rodríguez, y de tanto en tanto sorprendía Scocco, pero Belgrano estaba bien parado, no se desesperaba y le cerraba bien los caminos. Le faltaba quizás iniciativa, y eso notó Zielinski, quien les pedía a sus dirigidos que trataran de adelantarse un poco, que acompañaran un poco más a la pelota. Y así llegó la primera clara para los cordobeses, un remate de Mansanelli que obligó a Peratta a despejar con los puños.

Por la izquierda, a los 28 minutos, llegó la apertura del marcador. Newell’s trianguló para abrir espacios entre Figueroa, Rodríguez (quien sacó el centro al corazón del área) y Scocco, que cabeceó para el 1-0.

Newell’s continuó manejando la pelota y Maxi Rodríguez pudo ampliar en el complemento, con un tiro libre cuyo remate dio en el ángulo izquierdo. Belgrano, que se quedaba sin nada, se vio obligado a salir a buscar, pero le faltaron ideas. En el final, Olave y un palo lo salvaron del 2-0.

En tiempo recuperado hubo incidentes en la tribuna de Belgrano. Y en la reanudación, Urruti estiró la ventaja.