Consumada la histórica victoria del último fin de semana, el equipo argentino de Copa Davis debe mirar hacia adelante. Y en ese horizonte aparece, en semifinales, República Checa, el actual campeón. Un rival que, por presente y por historia, demuestra ser superior. Por eso, la semifinal que se disputará entre el 13 y el 15 de septiembre asoma tanto o más complicada que la serie ganada ante Francia. Aunque el equipo capitaneado por Martín Jaite ya dio sobradas muestras de cómo hacerse fuerte en las más bravas.

Tras el sufrido triunfo ante el conjunto francés en el Mary Terán de Weiss, Argentina logró consolidarse como protagonista de un certamen que, sin embargo, le ha sido históricamente esquivo. Arribó a las semifinales por cuarto año consecutivo, y por novena vez en las últimas trece ediciones. Desde su retorno al grupo Mundial en 2002, disputó tres finales, cinco semifinales (seis si se cuenta la actual) y llegó tres veces los cuartos de final. Para seguir acentuando ese rico historial y mantener vivo el sueño de levantar por primera vez la Ensaladera de Plata, ahora deberá superar una serie que no lo tendrá como favorito.

República Checa viene de vencer 3-1 como visitante a Kazajistán. Sin Tomas Berdych, sexto en el ranking y su mejor raqueta, que se perdió la serie por una lesión en el hombro, tuvo a Radek Stepanek como as de espadas para la serie disputada en Astana. Pero el tenista, 45º del mundo, sólo disputó el dobles, y lo perdió. Por eso, como Argentina, contó con la aparición de un héroe inesperado: Lukas Rosol (63), aquel tenista que el año pasado eliminó a Rafael Nadal en Wimbledon, y que el último fin de semana le dio el segundo y el cuarto punto a su nación. Además, Jan Hajek (94º), que se impuso en el partido inicial, aportó la otra unidad. Para mediados de septiembre, Berdych volverá a estar a disposición de su capitán. “Estaremos en óptimas condiciones”, se animó a anticipar su compañero Stepaneck tras llevarse la serie ante el conjunto euroasiático.

A lo largo de la historia, los checos, que tras su triunfo en Astana ocupan el primer lugar del ranking general, siempre demostraron ser un duro hueso de roer para la Argentina. De hecho, el historial ratifica un contundente 4-1 en su favor. Casualmente (o no), la Davis volverá a encontrarlos, como el año pasado, en semifinales, donde los visitantes se quedaron con la victoria en Parque Roca por 3-2. En 2009 –otro caso reciente– en Ostrava y por los cuartos, Argentina cayó derrotado por el mismo resultado. El único triunfo nacional fue en 2005, por la primera ronda de aquella edición, en el Lawn Tenis, por un contundente 5-0.

La ausencia de Juan Martín Del Potro debilita las chances argentinas y favorece las contrarias, lo advirtió el propio capitán, Dias Doskarayev. “El dijo claramente que este año no jugará, por eso la chance de llegar a la final es enorme”, aseguró, confiado en una entrevista a un diario local. Habrá tiempo para planear una serie que, a priori, se presenta complicada. Incluso también habrá tiempo suficiente para intentar sanear las diferencias y consolidar un equipo fuerte para ir a Ostrava –sobre carpeta, tal como se prevé– a buscar una victoria, y una nueva hazaña.

Producción: Pablo Ribera.