“Le pido perdón al mundo Racing, no merecen esto.” La vergüenza que sintió Luis Zubeldía se extendió a medio Avellaneda tras la eliminación en la Copa Argentina a manos de Tristán Suárez. “Hemos tenido una noche inesperada. Ellos nos superaron y nos ganaron bien. Pusimos lo mejor, pero nuestro nivel fue muy malo. Quedar afuera en la primera fase era impensado”, reconoció el técnico del equipo que el año pasado fue finalista de la Copa y esta vez se fue en primera ronda. “Lo nuestro es una vergüenza. Teníamos la obligación de ganar, no hay excusas”, admitió el capitán Agustín Pelletieri.

“Esto demuestra que el fútbol es el deporte más justiciero que hay –filosofó el técnico de Racing–. Un poderoso puede perder con un pobre, ya quedó demostrado en varios partidos, y esta vez nos tocó a nosotros.”

Federico Barrionuevo, volante del elenco de Ezeiza, justificó de manera particular la victoria sobre el conjunto de Zubeldía: “A los jugadores de Primera División no les gusta la pierna fuerte, el roce y la fricción. Esa es la diferencia con los del ascenso que justifica nuestro triunfo de anoche sobre Racing”, destacó. “Nosotros le jugamos duro a Racing, pero nunca pegamos malintencionadamente. Demostramos hombría, pero atención que con la camiseta y el nombre solamente ya no se gana más”, resaltó.

“Hay cosas que emocionan mucho, como ver la forma en que mis compañeros se entregaron durante todo el partido, soportando algunos sin chistar los golpes de jugadores internacionales como Mario Bola-tti y Mauro Camoranesi”, subrayó, en referencia a los dos futbolistas de Racing expulsados.

“Está todo tan parejo que, por ejemplo, un delantero como Angel Vildozo pasó de hacer goles en Colegiales a convertirlos en All Boys, sin que lo afecte para nada subir dos categorías de golpe”, completó.