“Corinthians es el favorito porque es el último campeón de la Copa, es local y aparte tiene grandes jugadores”, adelantó Juan Román Riquelme desde la vereda del hotel en el que Boca se aloja en San Pablo, sobre el partido de vuelta por los octavos de final de la Libertadores. Desoyendo a la seguridad del hotel que le sugirió no salir a la calle, Román consideró que pasar a cuartos será “difícil, pero no imposible”, y que Boca deberá hacer valer “la diferencia” que sacó en la ida, de local, con el 1-0 de Nicolás Blandi.

“Nosotros estamos tranquilos y tratando de mantener nuestro juego”, apuntó Riquelme sobre el plantel que dirige Carlos Bianchi, que en la tarde de ayer se entrenó en el club Portuguesa, de San Pablo. Román fue probado el último domingo como media punta por izquierda e ingresaría en lugar de Martínez, acompañando a Blandi en la delantera.

“Me siento bien y con ganas”, se limitó a responder Riquelme cuando fue consultado sobre su vuelta, luego del desgarro en la pierna izquierda que sufrió contra Belgrano, el 21 de abril. La vuelta del 10 será en el mismo escenario de la final de la Libertadores del año pasado, en la que el capitán anunció que sería su último partido en el equipo que dirigía en ese entonces Julio Cesar Falcioni, aduciendo sentirse “vacío y sin ganas”.

Remarcó además que el objetivo de Boca es llegar a la final de la Copa Libertadores: “Nuestro propósito es jugar los 14 partidos de este torneo y, como siempre digo, tenemos al entrenador que en Boca siempre jugó los 14 partidos en la Copa”, refiriéndose a Carlos Bianchi. Para Boca, el choque es decisivo para lo que queda del primer semestre de 2013, ya que está muy lejos de la pelea por el torneo Final, donde lleva 12 partidos sin ganar, y en caso de no pasar en la Copa sólo le quedaría apostar a retener el título de la Copa Argentina. Con el 1-0 logrado en la Bombonera, a Boca le alcanza con un empate para seguir en carrera, o bien con una derrota por un gol de diferencia, si llega a anotar como visitante. Corinthians, en cambio, necesita ganar por dos goles para pasar, o bien por 1-0 para forzar los penales.

“Enfrentamos a un equipo con mucha jerarquía y sabemos que vamos a una cancha complicada. Es lo que nos pasó la otra vez, esperamos que esta vez cambie la historia”, dijo por su lado Somoza. El choque de hoy tiene un gusto a revancha para Boca, sobre todo para los jugadores que perdieron la última final contra Corinthians.

El campeón invicto de la Libertadores viene de vencer el domingo al Santos, por la primera final del torneo Paulista, y su entrenador Tite pondrá los mismos once jugadores ante Boca, a pesar de que el domingo tendrá la revancha.