Ante el campeón del mundo, el penúltimo equipo del torneo argentino mostró su estirpe. ¿Cómo es eso? Boca, con una actuación que hizo recordar otras épocas más gloriosas, igualó 1-1 con Corinthians y avanzó a los cuartos de final de la Libertadores, instancia en la que se cruzará con Newell’s, primero en la Bombonera y luego en Rosario.

Con la ventaja traída desde Buenos Aires, Boca salió al Pacaembú sin complejos. Ya en la primera jugada quedó clara su intención: ralentar el juego, tocar la pelota con sus volantes, sin buscar profundidad pero quitándole ritmo al rival, y esperar siempre con ocho jugadores detrás de la línea de la pelota. Con esos argumentos, maniató el juego de Corinthians, que lucía previsible y apagado. Claro que para que el planteo de Boca tuviera efectividad se dieron dos fallos arbitrales que lo favorecieron. Primero, el árbitro Amarilla omitió una mano de Marín en el área, ante una entrada de Emerson. Y luego, el asistente marcó una posición adelantada de Romarinho, que no pareció, en una jugada que terminaba en gol corinthiano.

Tras esos dos situaciones favorables, Boca terminó de encarrilar el partido con una genialidad de Riquelme. El Diez jugó un tiro libre rápido con Erbes, recibió la devolución y, cuando parecía que iba a tirar un centro, sacó un remate violento, desde casi cuarenta metros, que le pasó por encima al adelantado Cassio y se clavó en el segundo ángulo. Un golazo que terminó de asentar al conjunto argentino. Con más ventaja, Boca manejó el trámite con personalidad, a partir de lo que transmitía Riquelme y con la voluntad del resto. Por eso, con un pase en profundidad de su capitán para Blandi, casi aumenta el marcador, pero Cassio le tapó el mano a mano. En cambio, el conjunto local no encontraba espacios y moría con sus intentos en tres cuartos de campo.

Muy distinto fue el arranque de la segunda mitad. La entrada de Pato le dio otro impulso a Corinthians, que por primera vez en el juego se llevó por delante a Boca. Entonces, Orion empezó a tener trabajo y salvó de manera notable ante un remate de Danilo. Pero nada pudo hacer ante un cabezazo de Paulinho, luego de un centro de Emerson. El gol terminó de revitalizar la levantada de Corinthians, ya amo y señor del partido. Es cierto que Boca pudo convertir con un remate de Riquelme, que Cassio no pudo controlar y que Blandi no conectó bien en el rebote. Pero el dominio brasileño lo llevó al equipo de Bianchi a refugiarse cerca de Orion, que otra vez salvó muy bien ante una entrada de Paulinho. Claro que el quiebre pareció darse una increíble pifia de Pato a un metro del arco. A partir de ahí, Corinthians se desinfló y Boca aguantó sin grandes sobresaltos hasta llegar a un cierre que marcó un gran desahogo.

1- CORINTHIANS

Cassio; Alessandro, Gil, Paulo André, Fabio Santos; Paulinho, Ralf, Danilo; Romarinho, Guerrero, Emerson.

DT: Tite.

1- BOCA

Orion; Marín, Caruzzo, Burdisso, C. Rodríguez; Erbes, Somoza, Erviti, Sánchez Miño; Riquelme; Blandi.

DT: Carlos Bianchi.

Estadio: Pacaembú.

Arbitro: Carlos Amarilla (Paraguay).

Goles: 25m Riquelme (B); 50m Paulinho (C).

Cambios: 45m Pato por Romarinho (C) y Edenilson por Alessandro (C); 68m Viatri por Riquelme (B); 74m Douglas por Danilo (C); 79m Bravo por Erbes (B); 84m Zárate por Blandi (B).