Con la tranquilidad de haberse asegurado su permanencia, Quilmes cumplió una gran actuación y cerró el campeonato de la mejor manera al vencer como visitante 3-2 a Tigre, que terminó con más sombras que luces un semestre que había arrancado con mucha ilusión. El encuentro fue cambiante y muy entretenido, pero en el balance tuvo un justo ganador.

Las emociones comenzaron bien temprano. De arranque, Rusculleda metió un centro perfecto para el anticipo de Donatti, que colocó un cabezazo medido que dejó sin chances a Trípodi. Pero muy poco le duró la alegría al conjunto local. En la jugada siguiente, Goñi trepó por la izquierda y mandó un centro cruzado que parecía no tener destino, aunque por el segundo palo apareció Romero para sacar un tremendo derechazo que se clavó en el ángulo de Albil. Recién arrancaban, pero ya justificaban la presencia en una noche muy fría.

Si bien los dos buscaban el arco rival, Quilmes lucía más sólido y efectivo. Por eso, no sorprendió que llegara al segundo gol con una magnífica definición al ángulo de Martín Cauteruccio, luego de una buena habilitación de Caneo. El equipo de De Felippe era mejor y lo reflejaba en el marcador. Claro que Tigre no se resignaba y también mostraba sus cartas. De esa manera, en el final del primer tiempo llegó a un nuevo empate, con otro golazo: Gastón Díaz tomó la pelota a 30 metros del arco, avanzó en diagonal hacia la derecha y cruzó un tremendo remate que se metió en el segundo palo de Trípodi.

El partido estaba para cualquiera. Sin embargo, Quilmes volvió a pegar primero, con una gran pared entre Caneo y Menéndez, que el ex jugador de Boca definió con categoría ante el achique de Albil. Así el conjunto visitante se llevó la victoria y cerró el campeonato con una gran sonrisa.