@No deja de ser una curiosidad, una de las últimas que entrega este Clausura que se va esfumando. En la fecha en la que River y Boca celebran sus alegrías, uno a propósito de la conquista del título local y el otro por su consagración a nivel internacional (ver aparte), los dos equipos a los que la cátedra daba, casi de manera absoluta y con una certeza que empalagaba, como máximos candidatos al éxito de cabotaje, cerraron ayer su participación en el torneo como meros actores de reparto, en un encuentro en el que casi nada, salvo los tres puntos de rigor, estaba en juego, ajenos al protagonismo pronosticado.
Independiente y San Lorenzo, los dos grandes que, lejos de la Libertadores, eran sindicados como los verdaderos candidatos al Clausura que terminó ganando River y cuyo subcampeón resultó Boca, jugaron un tibio partido, más ameno en la segunda parte que en la primera, y en la que el conjunto de Avellaneda mereció la igualdad, después del gol de Esquivel, un zapatazo de 35 metros, que pegó en Guiñazú, se elevó y entró por encima del adelantado Albil.
En realidad, los dos se jugaban alguna cosita anoche. Al local lo inflamaba la necesidad de su nuevo técnico, Oscar Ruggeri, de empezar a ver la luz de cara al próximo torneo, con un plantel que se le desgaja -el de ayer pudo haber sido el último partido de Gabriel Milito– que no encuentra refuerzos inmediatos (se habla de Christian Castillo, Eduardo Domínguez y Mariano Messera), y que se engrosa con el concurso de la cantera, como el caso del pibe Sergio Agüero, que con 15 años y tres meses, jugó los últimos 20 minutos del encuentro. Por esa necesidad se jugó por la igualdad hasta el último instante; la tuvo Ayala en el complemento, pero mandó la pelota por encima del travesaño. Pésima campaña del campeón, que quedó con 18 puntos; si Unión gana hoy, lo dejará 18º sobre 20 equipos.
Del otro lado, a Rubén Darío Insua le queda un solo partido, de jerarquía superior al disputado anoche –la Recopa Sudamericana, el próximo sábado en Los Angeles, ante Olimpia de Paraguay– pero éste resultaba su último encuentro en el ámbito local al frente del equipo, al que compuso con suplentes y juveniles para reservarse sus titulares, en un final muy distinto al que se imaginaba antes del arranque del torneo. A San Lorenzo, que sumó 29 puntos, ya llegó Silvio González, pero no lo disfrutará Insua sino su reemplazante Néstor Gorosito, que se quiere traer de Chicago a Carreño y Huerta.