No es el superclásico de Sudamérica, ya que ese mote queda reservado a los enfrentamientos con Brasil, pero el choque entre las selecciones de Argentina y Uruguay, del cual esta noche se escribe un nuevo capítulo, es uno de los más antiguos del fútbol mundial. Con casi un siglo de antigüedad, el 168º episodio de esta saga se desarrollará a partir de las 21, en el nuevo estadio de La Plata, con dos equipos en formación a los que empujará una riquísima historia.
Esa historia dice que, aunque la Argentina gana en record, con 73 victorias contra 50 de los vecinos, los uruguayos ganaron los partidos más trascendentes: la final de los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928, por 2-1, y la final del Mundial de 1930, en Montevideo, aquel famoso encuentro en el Centenario que la Selección ganaba 2-1 al cabo del primer tiempo y acabó perdiendo 4-2.
Como victorias cruciales, los argentinos cuentan con el encuentro de octavos de final del Mundial de 1986, en México, ganado 1-0 con un gol de Pedro Pasculli; la final del Sudamericano del ‘29, 2-0 en Buenos Aires; o la de 1947, 3-0 en Guayaquil. En el recuerdo también ha quedado el triunfo 3-2 logrado en 1975: fue la última vez que la Selección mayor ganó en el Centenario.
No hay rival al que la Selección Argentina haya enfrentado mayor número de ocasiones: su primer partido se jugó el 13 de septiembre de 1903, precisamente ante Uruguay, en Buenos Aires. Los visitantes ganaron 3-2 y los dos tantos argentinos los marcó el mítico Jorge Brown, de Alumni. Los enfrentamientos se hicieron tan comunes que recién en 1908 el equipo argentino se midió con otro rival, Brasil. En ese marco resulta lógico que hasta 1931, año en que el fútbol argentino se hizo profesional, ya se hubieran jugado 95 clásicos.
Para completar el carácter histórico del encuentro, dos ex integrantes del seleccionado uruguayo que ganó el Mundial de 1950, el arquero Roque Gastón Máspoli y el delantero Alcides Ghiggia, llegaron con la delegación para ser homenajeados por la AFA. También estará en el homenaje Francisco Varallo, el único sobreviviente de la Selección Argentina del ‘30, que reside en La Plata.
La capital de la provincia es la tercera sede argentina del clásico: de los 76 partidos anteriores, 75 se jugaron en Buenos Aires y apenas uno, en 1978, en Mar del Plata. Los antecedentes favorecen ampliamente al equipo argentino, que ganó 44 partidos, con 143 goles. Sólo hubo 11 victorias uruguayas, y 20 empates.
El último triunfo de Uruguay en la Argentina ocurrió hace más de 15 años. Fue el 9 de julio de 1987, cuando se disputaba la Copa América. El tanto de la victoria lo conquistó Antonio Alzamendi, que entonces jugaba en River; ese gol cortaba una racha de 50 años sin victorias orientales en estas costas: la última había sido el 30 de agosto de 1927, jugando la Copa Lipton.
Es que, más allá de los torneos sudamericanos, mundiales y olímpicos, argentinos y uruguayos se enfrentaron por una gran cantidad de trofeos, como las copas Lipton, Newton, Honor Argentino, Honor Uruguayo, Relaciones Exteriores, Héctor Gómez, Mignaburu y Atlántico.
En territorio uruguayo jugaron 72 veces (71 en Montevideo y una en Paysandú), con 32 triunfos de Uruguay (97 goles), 19 de Argentina (79 tantos) y 21 empates.
En cancha neutral se jugaron 19 clásicos (cinco en Chile y Brasil, tres en Perú, dos en Holanda y Ecuador, y uno en México y Paraguay): Argentina ganó 10 encuentros (26 goles), Uruguay ganó 7 (24) y se registraron 2 empates. Pero los uruguayos, se ha dicho, ganaron los más importantes.