La Selección Argentina jugó de mayor a menor y terminó perdiendo 94-80 ante Puerto Rico, en un duelo que fue mucho más parejo en el desarrollo que en el tanteador. El equipo de Julio Lamas llegó a ganar por 15 puntos en el primer cuarto, pero se fue de-

sinflando y lo terminó pagando en la segunda mitad. Con esta derrota, Argentina arrastra dos victorias y dos caídas, y hoy tiene la chance de recuperarse cuando se mida con Jamaica desde las 12.30 (televisan TyC Sports y DirecTV).

El comienzo del equipo argentino resultó soñado. Con Campa-zzo repartiendo juego y con los tiradores afilados, sobre todo Selem Safar, el conjunto nacional mostró una notable efectividad en ataque. Con ese argumento, más una defensa intensa, Argentina colocó un parcial 17-2 que ilusionaba. Del otro lado, los perimetrales puertorriqueños fallaban en sus lanzamientos y parecía que la distancia podía extenderse, porque el único argumento boricua pasaba por la potencia de Renaldo Balkman.

El español Olmos, entrenador de Puerto Rico, empezó a probar variantes del banco de suplentes, con buen suceso. Además, Carlos Arroyo empezó a tener preponderancia en el ataque. Pero como Safar seguía certero desde lejos (4-5 triples) y el capitán Luis Scola lastimaba en el juego interno, Argentina mantenía la diferencia. El problema se dio cuando la salida de Campazzo coincidió con el crecimiento de José Juan Barea, que anotó ocho puntos casi consecutivos para que la ventaja de 13 puntos se licuara rápido y Puerto Rico cerrara el primer tiempo apenas cinco puntos por debajo (49-44), cuando el desarrollo había sido mucho más holgado.

La levantada de Puerto Rico se acentuó en el tercer segmento, con un parcial 6-0 en el inicio que le dio la primera ventaja del partido. A partir de allí, el juego se dio tanto por tanto, hasta que Arroyo se adueñó de la situación. El goleador puertorriqueño le ganó el duelo en ese lapso a Campazzo y a partir de ahí los boricuas tomaron la delantera. Además, Balkman seguía imponiendo su potencia en los dos tableros. A esa altura, Safar ya no estaba tan efectivo y Scola lucía mejor tomado. Por eso la distancia trepó hasta los diez puntos.

En el arranque del último cuarto, Argentina buscó jugarse el resto y los triples de Marcos Mata ayudaron para que la remontada pudiera ser posible. Cuando promediaba el parcial llegó a ponerse a un punto, pero Laprovittola perdió una bola clave y Puerto Rico respondió con dos triples consecutivos para tomar aire. Así llegó a un cierre muy cómodo, con Argentina desesperada por achicar y cometiendo errores. La diferencia se fue a 14 puntos, algo excesiva por el desarrollo. Pero al menos el rendimiento marcó un nivel aceptable, pensando en lo que viene.