San Lorenzo se sacó la mufa por la final de la Copa Argentina perdida a costa de All Boys. Con goles de sus juveniles Angel Correa y Héctor Villalba, el equipo de Juan Antonio Pizzi se impuso 3-0 y se reencontró con su público, que arrancó frío por la caída del miércoles y terminó muy feliz por la victoria final.

El encuentro fue parejo en la primera mitad. San Lorenzo mantenía el control del balón, pero le costaba generar peligro, más allá de una chance que tuvo Enzo Kalinski, que se metió en el área y definió por arriba de la salida de Cambiasso, pero la pelota salió pegada al palo. Del otro lado, All Boys se mostraba cauteloso y buscaba lastimar con algún contragolpe. Por esa vía también estuvo cerca de abrir el marcador con una entrada de Colazo, pero el ex volante de Boca levantó su remate.

Cuando parecía que se iban a ir empatados al descanso, una buena maniobra de Romagnoli derivó en el gol de Correa. El volante encaró de derecha al medio y, tras un mal despeje de Grana, habilitó al juvenil, que le pegó un derechazo bajo que se metió junto al primer palo de Cambiasso. Ese gol fue un golpe de efecto en el partido, ya que San Lorenzo encontró una serenidad que no había tenido y All Boys debió cambiar su estrategia. Esas dos circunstancias modificaron el trámite del encuentro, que ya tuvo un dominador más definido.

Sin embargo, cuando el equipo de Pizzi tenía todo bajo control, el visitante tuvo el empate en los pies de Cámpora, pero de manera increíble el delantero no pudo conectar un centro de Colazo a centímetros de la línea. Fue lapidario para sus chances, ya que luego San Lorenzo no perdonó: primero con un remate cruzado de Correa y luego con una buena definición de Villalba, tras una asistencia exquisita de Ortigoza. Así San Lorenzo dejó atrás una semana traumática y vuelve a meterse de nuevo de lleno en la pelea por el campeonato.