Acorralado por la pésima campaña de River en la segunda mitad del 2012, acuciado por las críticas que se avivaron luego de que, pese a semejante panorama, se le firmara una extensión por dos años de su contrato, Ramón Díaz, el entrenador del equipo, volvió a mostrar sus reflejos y se anticipó a la posibilidad de ser puesto en duda por el futuro presidente del club, anunciando que será él mismo quien decida, al término del campeonato, si seguirá al frente del equipo.

“Cuando termine el campeonato voy a tomar una decisión. En ningún momento vine para hacerle daño al club y la decisión va a ser la mejor para todos”, sorprendió ayer Díaz, en su primera aparición pública desde la derrota en el clásico ante Racing, la quinta caída en los últimos ocho partidos.

“Voy a analizar todo lo que pasó y lo que hicimos. No me gusta esta situación, nunca me pasó en este club. Hay que dar un vuelco, si no nos vamos a tener que ir”, expresó el técnico.

“Ocurrieron cosas increíbles, quedamos afuera del torneo, de la Copa (Sudamericana). No estaba planificado. Queríamos ser protagonistas y que el equipo jugase mejor, pero el responsable soy yo”, reconoció.

Díaz aclaró que su decisión no dependerá de los resultados de los últimos dos partidos del Inicial, ante Argentinos y Quilmes, los cuales confirmó que dirigirá, ni de las elecciones en River en un par de semanas. “En este club tenés que ser protagonista, si no no te podés quedar, lo marca la historia”, indicó. “La campaña es muy mala, no se puede decir que es buena, todo lo que se planificó salió mal.”

Tras el segundo puesto en el torneo anterior, el entrenador se entusiasmó con la posibilidad de pelear el título local y con volver a disputar un certamen internacional. Sin embargo, los refuerzos que pidió no funcionaron y el equipo estuvo lejos del funcionamiento que pretende.

Teófilo Gutiérrez, Carlos Carbonero, Jonathan Fabbro, Osmar Ferreyra y Juan Carlos Menseguez, las incorporaciones para esta temporada, no estuvieron a la altura de la circunstancias, y en los 23 partidos que disputó el equipo, Díaz alistó 21 alineaciones distintas.

Ensayó diferentes dibujos tácticos (4-3-1-2, 4-4-2, 4-2-3-1) y en algunos compromisos, como ante la Liga de Loja en Ecuador por la Copa Sudamericana, propuso para el equipo posturas cautelosas injustificables para la escasa categoría del rival.

“Entiendo que jugar con esta camiseta es difícil. Yo les decía a los chicos, cuando sos protagonista la pasás bien, y la pasás muy mal en esta situación”, subrayó.

“Hay que apoyar a los jugadores, hay jóvenes y del club. Queremos que el domingo venga, sin la gente no se puede hacer nada”, apuntó en busca del apoyo del público riverplatense para el duelo del domingo ante el equipo de La Paternal.