“La economía del club no está como para hacer ni un giro de la tesorería del club”, denunciaron ayer el vicepresidente primero de River, Jorge Brito, y el tesorero Andrés Ballota, luego de la primera revisión por parte de la nueva conducción del club de Núñez de la golpeada economía millonaria, que quedó muy lejos del buen pasar que le valió al club su histórico apodo. Ayer, los dirigentes convocaron a una conferencia de prensa en la que detallaron la sangría en las arcas de la institución de Núñez y anunciaron que van a realizar una auditoría “para poner todo a disposición de la Justicia”.

“No sabemos si hubo dolo, pero lo vamos a investigar, se han librado muchos cheques de manera irresponsable, comprometiendo las finanzas del club y por eso se viene una etapa de austeridad que va a partir desde la dirigencia”, afirmó Brito, en línea con los comentarios del flamante presidente Rodolfo D’Onofrio, que había dicho que “si existe el coma ocho, River está en coma ocho”.

En la conferencia, Ballota comenzó a describir la fuga de pesos que sufre River al comentar que el club “está perdiendo 12 millones de pesos (mensuales) con sólo abrir sus puertas”, mientras que se deben “425 millones de pesos, con 310 millones de pesos de cheques en la calle de los cuales hubo que abonar 18 millones en estos días”. “El incremento de la emisión de cheques en seis meses fue de un 80 por ciento, es decir por un total de 140 millones, y se comprometieron en 60 días los derechos televisivos de tres años hacia adelante”, explicó el nuevo tesorero.

Según el informe oficial de River, hasta el 30 de agosto el pasivo según balance era de 383.849.564 pesos, pero se encontraron 425 millones por el aumento de deuda en los últimos tres meses (un aumento de poco más del 10 por ciento en 90 días). Al tiempo que en los primeros tres días del ciclo de D’Onofrio se cubrieron cheques por 18 millones, en diciembre se deben pagar 38 millones, en enero 96 millones y en febrero vencen 87 millones de pesos.

En ese sentido, el tesorero aseguró: “Por eso queríamos informarles la dura situación financiera que hemos encontrado y que la vamos a afrontar porque estamos preparados”, a la vez que pidió paciencia a los acreedores del club y los alentó a que puedan “ampliar los plazos para los pagos y que haya tasas de interés razonables que no atenten contra la estabilidad financiera de nuestra economía”.

Dada la difícil situación del club, Brito aseguró, al ser consultado por la llegada de los dos jugadores con los que tiene permitido reforzarse el club en el mercado de pases de verano, que igualmente van a “hacer los mayores esfuerzos para poder satisfacer las necesidades del técnico de River”, aunque desestimó que se apuren las ventas de jugadores (hay ofertas por Manuel Lanzini y Jonatan Maidana) para traer los refuerzos: “Vamos a vender jugadores, pero sólo cuando sea para la conveniencia de River y del jugador”.

Por último, Brito valoró la aceptación del técnico de River, Ramón Díaz, de bajar los números del contrato firmado con el ex presidente Daniel Passarella: “Ramón Díaz tuvo un gran gesto de grandeza con nuestro club, que está en una situación delicada. La reducción del contrato es importante en términos nominales y lo que se hizo fue renegociar lo acordado por Passarella con todo su cuerpo técnico”, finalizó.