Después del polémico gesto que realizara Angel Di María cuando era reemplazado por el galés Gareth Bale en el partido que el Real Madrid le ganó 3-0 al Celta de Vigo el pasado lunes, por la Liga Española (en el que se agarró brevemente los testículos con la mano derecha ante los silbidos de una parte de la platea del estadio Santiago Bernabeu), la institución madrileña anunció ayer que le abrirá un “expediente deportivo” para estudiar si existió un gesto obsceno del futbolista argentino hacia la propia hinchada. De considerarlo así, Di María podría tener una sanción económica o hasta ser apartado del resto del plantel.

“Hice un gesto normal cuando estaba saliendo. No quise hacer nada para el público ni tampoco para el míster (Bale) como se estuvo diciendo. Fue un gesto natural que hace cualquier hombre y más cuando estás corriendo. Uno dentro del campo lo hace muchas veces. La verdad que si hubo gente que se sintió mal por eso pido disculpas, pero es como estoy diciendo”, fue la explicación que dio ayer sobre el gesto que irritó a la prensa española, que lo calificó de “inmaduro y egoísta” y que hasta especuló con que es “muy difícil” que el futbolista siga en el club merengue.

Sobre el expediente abierto, que sugiere las sospechas de los directivos sobre el polémico “acomodamiento” del mediocampista, el ex futbolista de Central comentó: “Me parece correcto. No solamente para ellos que abren el expediente sino para mí, para poder explicarles la situación y lo que fue, como ya lo expliqué en radios argentinas: en la televisión se ve que es una milésima de segundo. No es nada. No es que me quede un tiempo largo haciéndolo a propósito. Fue algo natural. La gente que se ha sentido mal por lo que hice, les pido disculpas, pero no fue en contra de nadie”.