No pudo ser peor la excursión de Lanús por Asunción. En una ráfaga de diez minutos, el conjunto de Barros Schelotto sufrió tres goles que resultaron determinantes para la derrota 3-1 ante Cerro Porteño, que lo deja último, con un solo punto en la tabla de posiciones del Grupo 3 de la Copa Libertadores.

Nunca fue sencillo el trámite para Lanús. Con mucha presión y movilidad, Cerro Porteño se adueñó del desarrollo y le fue generando ocasiones de peligro. Sin embargo, la buena labor de Marchesín en esa primera mitad le alcanzó para sostener el empate parcial. Como ante Vélez el pasado fin de semana, el arquero resultó vital para aguantar el marcador, sobre todo porque el equipo argentino no se mostraba sólido en el resto de sus líneas. Tan pobre resultaba su actuación que el conjunto granate apenas inquietó con un centro de Ortiz para Silva, pero el arquero Fernández se quedó con el cabezazo del goleador.

El problema para Lanús fue que el segundo tiempo continuó con la tendencia del primero, con el plus de que Cerro Porteño encontró la contundencia que no había tenido en la etapa inicial. De arranque, el español Dani Güiza consiguió un golazo que potenció a su equipo y aplacó a Lanús. Un rato después, Dos Santos aprovechó un quedo del fondo granate y definió suave al conectar un tiro libre desde la derecha. Y cuando Lanús todavía no se había repuesto de los impactos, Matías Martínez tomó en el área a Oviedo y Dos Santos aprovechó el penal para anotar el tercer gol.

Con esa ráfaga, Cerro Porteño se aseguró la victoria. Con orgullo, Lanús se fue a buscar el descuento y lo consiguió a través de un rebote en el arquero Fernández, que Pereyra Díaz supo resolver. A partir de ese momento, el juego fue de ida y vuelta, con chances en ambos arcos, pero la victoria de Cerro se había sellado en aquella ráfaga del Ciclón paraguayo.