Durante gran parte de los Juegos Panamericanos, Brasil dominó a Argentina en todos los deportes de conjunto en los que se cruzaron, e incluso le sacó una gran diferencia en el medallero. Sin embargo, la gran revancha llegó en la disciplina de más tradición y fanatismo de los dos países: el fútbol. Con un equipo que dio tres años de ventaja, la Selección Argentina que dirige Miguel Tojo se dio el gran gusto de vencer 1-0 a Brasil con un gol de Maximiliano López, y de esa manera se quedó con la medalla dorada, para cerrar un jornada con cuatro oros. México se quedó con el bronce tras derrotar por penales a Colombia.
Argentina salió a jugar el partido con la mentalidad con la que se debe afrontar una final, sobre todo teniendo en cuenta la diferencia en edad con los brasileños. Así, si bien los brasileños controlaban la mitad de la cancha, en muy pocas ocasiones lograron quebrar al fondo argentino y generar peligro frente al arco de Eberto. Dos cabezazos de William fueron todo el aporte que se le pudo contabilizar a Brasil. En el primero, el balón se fue al lado del palo. En el segundo, una espectacular intervención de Eberto y el travesaño impidieron el tanto brasileño.
Con Cángele muy bien tomado y bastante empecinado en la maniobra individual, Alonso y Ferreyra contenidos por los costados y Maxi López absorbido por los centrales adversarios, a Argentina le costó mucho armar situaciones de riesgo. Pero cuando parecía que se iba el primer tiempo con el empate, Argentina se encontró con el gol. Colace habilitó a Maxi López, que buscó definir de primera pese a la oposición de Gabriel. La pelota le rebotó al defensor y le quedó servida al delantero argentino, que definió de zurda al primer palo, ante la débil oposición del arquero Fernando. Por más que no lo merecía, el equipo de Tojo se fue al descanso en ventaja, casi sin haber armado jugadas de peligro.
Los primeros minutos de la segunda mitad coincidieron con los mejores momentos de los pibes argentinos en el partido. Sólo en ese pasaje pudieron sostener la pelota lejos de su arco e incluso tuvieron la chance de liquidar el juego con un zurdazo de Ferreyra que tapó el arquero. Sin embargo, de a poco los brasileños se adueñaron de trámite y arrinconaron a Argentina contra su arco. Pero allí apareció Eberto para salvar al equipo con tres muy buenas tapadas. Y cuando el arquero ya estaba vencido, Bárzola salvó un cabezazo sobre la línea (o tal vez más allá) para asegurar la medalla dorada que más se disfruta.
El entrenador Tojo se mostró eufórico por el triunfo que le regalaron sus dirigidos en el primer torneo que estuvo al frente de un equipo argentino. “Estoy muy feliz por el título, pero esta medalla fue el premio al esfuerzo terrible que hicieron los pibes dentro de la cancha”, señaló el técnico, que resaltó que “los jugadores pusieron lo que hay que poner y ganaron muy bien. Hicieron un campeonato muy bueno, vencieron a todos y por eso merecieron la medalla de oro”, remarcó.