Ante tres españoles y en polvo de ladrillo. Ese es el desafío por delante para Federico Delbonis si pretende quedarse con el título del ATP de Casablanca. El tenista de Azul se impuso ayer 7-6 (7-5), 6-3 al rumano Victor Hanescu para instalarse en la semifinal del certamen marroquí, instancia en la que se medirá con el catalán Marcel Granollers. Y en caso de ganar, en la final lo aguardaría otro español, ya que Guillermo García López se enfrentará a Roberto Carballes Baena en la otra semifinal.

El azuleño Delbonis, número 43 del ranking mundial y sexto cabeza de serie, se impuso en una hora y 40 minutos de juego ante Hanescu, que venía de eliminar al máximo favorito, el sudafricano Kevin Anderson. Delbonis, de 23 años y ganador de un título del circuito ATP en su carrera (San Pablo 2014), se enfrentará en semifinales con Granollers, que lo venció la única vez que se midieron, en el torneo de Gstaad en 2013. El catalán Granollers accedió a esta instancia luego de superar en los cuartos de final 6-7 (4-7), 6-3, 6-0 a su compatriota Pablo Carreno Busta.

Para Delbonis, esta victoria tiene un significado especial, ya que se convertirá por primera vez en su trayectoria en el segundo argentino del ranking mundial, por debajo de Juan Martín Del Potro. Y teniendo en cuenta que el tandilense está fuera del circuito al menos hasta septiembre, en estos momentos es el virtual número uno de Argentina.

La otra semifinal la jugarán los españoles Guillermo García López –quien el jueves eliminó al argentino Carlos Berlocq– y Roberto Carballes Baena (273º). García López le ganó 7-5, 7-6 (7-4) al francés Benoît Paire, mientras que Carballes Baena derrotó 6-4, 6-2 al ruso Andrey Kuznetsov.

Ante este panorama, Delbonis buscará convertirse en el cuarto tenista argentino en festejar sobre el polvo de ladrillo de Casablanca. El primero que lo logró fue Guillermo Pérez Roldán, bicampeón en 1992 y 1993. Casi una década después, el vencedor resultó Guillermo Cañas en 2001. Y en 2005 repitió Mariano Puerta, el último compatriota que pudo levantar el trofeo en suelo marroquí.